La naturaleza más poética en Sal Mestiza, el nuevo restaurante mexicano de Madrid
Con un interiorismo firmado por Juan Bengoa, el contemporáneo local de Sal Mestiza lleva a la capital española la luz más cálida del sol de México.
El estudio Juan Bengoa firma el interiorismo de Sal Mestiza, con los tonos de la naturaleza como protagonistas.Foto: Amores Pictures
Ores Lario
Periodista especializada en estilo de vida, decoración y diseño
En pleno corazón de la capital, en la calle Lagasca, este verano ha abierto sus puertas un restaurante de cocina y bebida mexicana llamado Sal Mestiza. Detrás está el actor Alejandro Speitzer el que ha decidido adentrarse en el mundo de la hostelería tras más de veinte años dedicándose a la interpretación.
La luz íntima del local transporta a un lugar cálido donde el sol lo baña todo, como en México.
El nombre del restaurante hace referencia a una sal con veinte especias con una mezcla de gran variedad de aromas, sabores y texturas. Y la propuesta gastronómica se disfruta en un local cuyo diseño está basado en un concepto de construcción e interiorismo crudo, bañado por una luz cálida que representa al sol de México. Es un espacio con detalles y acabados de un bosque urbano ideado por el estudio de interiorismo de Juan Bengoa, que logró crear un lugar en el que profundizar en las relaciones y formar nuevas mientras se disfruta de la gastronomía.
Para la paleta cromática del restaurante se ha apostado por tonos terrosos, propios de la naturaleza.
Foto: Amores Pictures
Tal y como comentan desde el restaurante, la primera andadura del grupo de restauración La Bikina: “Nuestra especialidad es crear experiencias y conexiones inolvidables, sin fronteras y status quo. Sal Mestiza es un sitio para gozar, compartir y salir del mundo habitual. Los aromas, colores y el servicio trasladan a nuestros comensales a un ambiente sin igual. Donde las personas que habitan y sintonizan con la música que suena en nuestra nueva casa, hace sentir un pedacito del México contemporáneo en Madrid” .
Nada más entrar al local, el comensal se encuentra con una pared con una composición de espejos.
Es un espacio desprovisto de ornamentos, diseñado para saborear los platos clásicos mexicanos y algunos reinventados que se adaptan al paladar español. Sus crujientes de atún, el queso fundido con chorizo o setas y la tarta de queso son algunas de las elaboraciones que ofrece su carta.