Mohammad Hassan Forouzanfar llena Irán de rascacielos
La serie 'Retrofuturism' del artista y arquitecto imagina edificios de gran altura que mantienen intacta su arquitectura persa.
Por mucho que Dubái haya crecido a lo alto en tiempo récord, hay países cercanos a los Emiratos Árabes que prácticamente desconocen cómo de imponentes pueden ser los rascacielos. Ese es el caso de Irán, un país en la que la técnica de la viga y la columna nunca ha estado presente y, por consiguiente, se ha abrazado a la arquitectura horizontal en mayor medida que la vertical. Hasta la fecha, la edificación más alta es la Torre Internacional de Teherán, con 56 pisos. La segunda de la lista apenas puede presumir de 13 plantas, por lo que el contraste es enorme.
A ciencia cierta nadie puede saber cómo sería Irán si contara con incontables rascacielos que trazaran su skyline. Pero el artista de 26 años Mohammad Hassan Forouzanfar ha tenido la brillante idea en su serie Retrofuturism de plasmar en imágenes esta ficticia realidad, transformando emblemas de la arquitectura persa de su país de origen en enormes bloques que abrazan por igual tanto el pasado como un hipotético futuro. Al ver sus imágenes es innegable el carácter surrealista que desprenden, ya que aunque todo lo que vemos es inexistente parece que siempre ha estado ahí escondido del ojo humano.
Forouzanfar, quien estudió Arquitectura en la Universidad iraní de Qom y en este preciso momento dirige el estudio de diseño Archi_graph, por ejemplo proyecta sus rascacielos en la ciudad histórica de Yazd, que fue reconocida Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2017. Sin ir más lejos, planta un edificio de enorme tamaño en el complejo histórico de Amir Chakhmagh (que incluye una mezquita, unos baños públicos y un pozo de agua fría) o imagina multitud de delgadas torres que emergen del suelo por arte de magia. Nadie puede negar la imaginación de este joven artista. Ojalá algún día pueda hacer realidad su concepción de la moderna arquitectura iraní.