¿Qué es mejor quitar el polvo o pasar la aspiradora primero? ¿Te preguntas si debes limpiar la cocina antes del baño o viceversa? Esta practica guía, te ayudará paso a paso para asear el hogar de forma impecable y aprovechar al máximo tu tiempo:
1. Despeja el desorden
El primer paso. Ve de habitación en habitación y recoge el desorden. A medida que recojas cada artículo - revistas, libros de bolsillo leídos, zapatillas viejas - considera si debes guardarlo, tirarlo o donarlo.
2. Limpia toda la casa en su conjunto, no cada habitación por separado
La limpieza es mucho más competente si se elige una tarea (quitar el polvo, aspirar, los cristales…) y se ejecuta en cada habitación de la casa, en lugar de limpiar la cocina, los baños y luego los dormitorios. Hacerlo así evita que te sientas como si estuvieras en un ciclo de limpieza interminable, comenzando la misma tarea una y otra vez.
3. Reúne todas tus herramientas de limpieza en un caja
Cubo o cesta, da igual. Pero tener todos los productos que necesitas para limpiar en un lugar portátil hace que el trabajo sea más fácil.
Con todos los productos en una caja, no perderás tiempo buscando herramientas mientras limpias, y no tendrás que preocuparte por recogerlas antes de tu próxima intervención.
4. Quitar el polvo
Antes de empezar a quitar el polvo, asegúrate de que los ventiladores de techo estén apagados. El polvo suele concentrarse en la parte superior de los muebles y en la parte inferior de las estanterías, en los pasamanos, en los marcos de los cuadros, y en las pantallas de televisión. Para áreas de difícil acceso, como persianas y estantes superiores, ata un paño de microfibra al extremo de una mopa o escoba.
5. Limpia los espejos y los cristales
Para ello, ayúdate con un paño de microfibra húmedo, seguido de un paño seco para limpiar todos los espejos y superficies de vidrio. Truco de la abuela: El papel de diario también es fantástico.
6. Desinfecta las superficies
Desde los muebles, electrodomésticos y armarios hasta los pomos de las puertas, los interruptores de luz, los mandos de la televisión y los teléfonos. Con más conscuencia, es importante desinfectar aquellas que pueden llevar gérmenes a los dedos y a la cara de las personas. Puedes hacer una solución desinfectante no tóxica mezclando un cuarto a media taza de vinagre blanco o de manzana con una taza de agua.
Las alfombras suelen almacenar mucho polvo, si las sacudes, que sea en el exterior.
7. Bañeras, lavabos e inodoros
Pulveriza el limpiador en el fregadero de la cocina y luego en los lavabos, bañeras e inodoros. Déjalo reposar unos minutos para que el limpiador tenga tiempo de disolver la suciedad y las manchas de cal. Luego vuelve a la cocina y empieza a fregar. No olvides limpiar el interior del microondas.
8. Sigue moviéndote cuando pases la aspiradora
No te preocupes por conseguir que, al momento, quede impoluto cada rincón. Sólo sigue desplazándote por la casa, pasando la aspiradora por cada habitación. Recuerda ventilar las alfombras antes de dedicarte a ellas.
¡Ah! Cambia las sábanas de los dormitorios antes de este paso.
9. No olvides lavar rutinariamente tus herramientas de limpieza
Una parte de la limpieza de la casa que a menudo se pasa por alto es el mantenimiento de las herramientas de limpieza. Usar un trapo sucio o una aspiradora con la bolsa llena es peor que no usar nada.
El cambio de sábanas, cortinas o fundas es parte del proceso.
10. Haz de la limpieza una actividad de grupo
Es una de las mejores maneras de limpiar una casa rápidamente. Si programas un tiempo por adelantado con la familia, pareja o compañeros, y asignáis tareas para cada persona, ya tenéis el plan de domingo. Si ponéis música y trabajáis juntos puede añadir algo de diversión a la limpieza, y la vivienda estará reluciente en poco tiempo.
11. Por último, algunas tareas no necesitan hacerse cada semana
Estas incluyen encerar los muebles, limpiar las ventanas, y lavar las alfombras o alfombrillas de baño. Inspecciona estos accesorios y usa el sentido común.