No sin motivos, el Parque del Buen Retiro es la atracción principal tanto para locales como para turistas. Nadie se resiste a la sombra de su vegetación ni a las barquitas del lago en cuanto empieza la temporada de calor en Madrid. Pero más allá de este paraíso verde con el que contamos en la capital, nunca está de menos contar con un mapa de otras opciones (algunas de igual renombre) para explorar nuevos lugares tanto históricos como más recientes en los que pasar el día al fresco. Con flores, monumentos arquitectónicos y hasta merenderos, la carta de actividades es variada:
Casa de Campo
Empezamos este listado por otro de los grandes clásicos y conocidos de la capital, cuyo origen se debe exactamente a una casas de campo de estilo renacentista con coto de caza que pertenecía a la Corona. Ahora es el parque público con más extensión de Madrid, cinco veces más grande que el Central Park en Nueva York y el Hyde Park en Londres, con capacidad de albergar desde un zoo a un parque de atracciones. Casa de Campo pues se ha convertido en el lugar de reunión al aire libre de la ciudad en cuanto hace buen tiempo, gracias a las cafeterías que tiene y la opción de surcar su lago en piraguas y barcas.
Parque del Oeste, en la zona de Moncloa.
Parque del Oeste
El espacio mejor conectado de todos, con acceso desde Plaza de España hasta la zona de Moncloa, incluye también en sus inmediaciones el Parque de la Bombilla y el Parque del Cuartel de la Montaña (donde se encuentra el Templo de Debod) era el vertedero de la capital hasta principios del siglo pasado cuando en 1906 el paisajista Abraham Pedraza lo transformó en un lugar para el paseo y descanso. Los amantes de las flores podrán aprovechar para ver la Rosaleda Ramón Ortiz situada en la parte sur del parque y donde se celebra el concurso anual de rosas y entre sus caminos se encuentran monumentos a figuras históricas, desde la estatua de la infanta Isabel a la placa homenaje de Cristina La Veneno. Además, allí te puedes subir al icónico teleférico de Madrid para cruzar el río Manzanares y visitar también la Casa de Campo.
En el Parque del Capricho hay monumentos como el templete dedicado a Baco.
Parque el Capricho de la Alameda de Osuna
Gran parte de la fama actual de este parque se debe a la época de floración de sus almendros, pero el Capricho que pertenecía a los Duques de Osuna merece una visita en cualquier época del año, ya que se trata del único jardín artístico del Renacimiento que se conserva y que fue escenario de grabación de Doctor Zhivago. Además de la extensión de zonas verdes, divididas en jardín francés, paisaje inglés y jardín italiano, cuenta con monumentos para visitar, como un búnker de la Guerra Civil, mientras se pasea entre sus fuentes, templetes y plazoletas. Eso sí, solo está abierto los fines de semana y festivos, por lo que una visita espontánea después del trabajo no va a ser posible.
A la Quinta de Molinos se llega en metro bajando en la parada Suanzes.
Quinta de los Molinos
Este jardín histórico de estilo mediterráneo es escenario de actividades al aire libre en verano como los conciertos de los Veranos de la Villa. Durante el día se puede pasear entre las construcciones arquitectónicas y el lago, o acudir al espacio cultural que alberga con talleres para los más pequeños. En la parada de metro siguiente (o la anterior, dependiendo de dónde se venga) se localiza la Quinta de Torre Arias, otro jardín histórico de la ciudad que entre su variedad de árboles cuenta con una encina de 300 años. Ambas quintas eran propiedad de la familia del Condado de Torre de Arias.
Jardines del Campo del Moro
Detrás del Palacio Real y de los Jardines de Sabatini, se encuentra este pequeño parque que si bien no ofrece la experiencia de un día retirado en el campo, permite hacer una parada para disfrutar de las flores y pavos reales sin alejarse del centro. La peculiaridad de su localización que lleva hasta la ribera del río Manzares, hace que salve el desnivel del barranco y su paseo principal termine con las vistas del palacio en lo alto de la cuesta. Su nombre hace referencia a un hecho histórico: allí fue donde el caudillo musulmán Alí Ben Yusuf acampó junto a su ejército para intentar reconquistar Madrid.
Parque de la Quinta de Fuente de Berro en la zona de Salamanca.
Parque Quinta de la Fuente del Berro
Este parque en la zona del barrio de Salamanca llegó a tener mucha vidas. Sus orígenes son de parque palaciego y aún conserva un palacete de entonces, y en algún momento del año 1900 hasta llegó a tener un parque de atracciones. Se construyó en el siglo XVII en el lugar donde se encontraba un arroyo, por lo que contaba con agua abundante para regar los árboles y huertos, y la importancia de su fuente era tal que Carlos III decidió protegerla con una caseta al ser considerada por la monarquía española como la mejor agua de Madrid. Ahora cuenta con un jardín y diferentes paseos con estanques y fuentes en los que disfrutar de un día al aire libre.
El lago del Parque Juan Carlos I.
Parque Juan Carlos I
El olivar y el lago comparten el interés de los visitantes que pasean entre las muchas esculturas que se encuentran a lo largo de este parque construido en 1992 con motivo de la celebración de Madrid como Capital Europea de la Cultura. En él se pueden llevar a cabo actividades al aire libre tanto en la pista de patinaje, como deportes acuáticos en la ría o un paseo por la zona bicicletas.
En el Parque forestal de Valdebebas hay un espacio con toboganes.
Parque Forestal de Valdebebas
Es la segunda extensión vegetal con más superficie de la capital, solo por detrás de Casa Campo, y tiene la apariencia de ser el más natural de todos a pesar de haber sido construido en la década de los noventa para esconder unas antiguas escombreras. Es ecosostenible, conectado con el sistema de aguas regeneradas de Madrid para su riego, y está conformado por diferentes zonas con árboles representativos de la Península Ibérica.