Marcio Kogan se fusiona con el paisaje en Catuçaba
El estudio brasileño MK27 firma un longilíneo ecohotel en madera
Casa Catuçaba Hideaway Hotel
Una alargada terraza de madera se asoma, como apenas apoyada de puntillas, a las colinas de verdes de São Luís do Paraitinga, en el estado de Sao Paulo. Rodeada de plantaciones cafeteras y a dos pasos de la selva virgen, el enclave es de una belleza insólita. Ventanas azules, amplias vidrieras y esbeltos pilares apenas perceptibles componen una construcción que se desarrolla en horizontal, volcada al paisaje. Es el último proyecto del estudio brasileño MK27, que dirige el virtuoso Marcio Kogan, una propuesta de líneas limpias, orquestada en una sola planta y que juega con un sencillo prisma apaisado, como levitando sobre el valle, a 1.500 metros de altitud.
En Casa Catuçaba Hideaway Hotel, una ecovivienda prefabricada y granja-hotel, la fusión con la naturaleza es clave. Simplicidad estructural que optimiza el contacto y hasta el mimetismo con el paisaje y eficiencia en el consumo son las dos premisas que guían esta villa. En efecto, es protagonista la pasarela exterior, en madera, que fusiona la casa con la vegetación de su entorno. También son claves los materiales: madera procedente de bosques certificados, ladrillos de arcilla en los pisos inferiores, dobles ventanas eco-eficientes y aislamientos en lana PET, además de discretos paneles fotovoltáicos recubriendo el techo horizontal. Asimismo, frágiles biombos de bambú y delicadas ramas de eucalipto, apenas tratadas, sirven para crear áreas de sombra y refrescar el interior. “En medio del vasto paisaje –anota el equipo de diseño en MK27– esta casa crea una conexión entre lo construido y lo natural”.
El acceso se ubica en la parte trasera de la vivienda, donde un patio cubierto une dos terrazas lineales que se extienden tanto en la fachada norte como en la fachada sur de la construcción. Los cuatro dormitorios del eco-hotel se visten con textiles, jarapas y alfombras de aire tropical, a la vez que las persianas, en azul intenso, subrayan la impresión de alegría. Colorido también en las estufas de cerámica verde que motean los espacios y en las esbeltas bañeras de cobre que acaparan miradas en los cuartos de baño, pavimentados en rústicos ladrillos de arcilla clara.