El kit definitivo para sobrevivir en un mundo postapocalíptico
Lucy McRae, una artista afincada en Los Ángeles, aprovecha su última invención para denunciar cómo la sociedad actualmente está enganchada a los teléfonos móviles y a las redes sociales.
Cargando todo sobre nuestras espaldas: así es Future Survival Kit, la nueva propuesta de la artista Lucy McRae.
Aunque a primeras puede parecer que tiene mucha guasa y que, en realidad, apela al sentido del humor, la idea de Lucy McRae no habría que tomarla en broma. Y más si se es pesimista acerca del futuro de nuestro frágil planeta. La artista asentada en Los Ángeles acaba de presentar un kit de supervivencia pensado expresamente para sobrevivir en un mundo postapocalíptico. Se puede llevar atado (como el material que suele emplear cualquier escalador o montañista) y ella misma lo define como una pieza de arquitectura para el cuerpo.
Future Survival Kit está compuesto de una máscara, cojines y mantas.
McRae es de esas personas que odian el rumbo que están tomando las nuevas tecnologías, cómo las calles están llenas de zombies contemporáneos que no pueden dejar de observar las pantallas de sus móviles y la adicción desmesurada que las redes sociales están causando tanto entre los adultos como los más jóvenes. Con anterioridad ya había creado la llamada Compression Carpet, una máquina analógica capaz de dar abrazos. Pero en esta ocasión, con el denominado Future Survival Kit, quiere facilitarnos el día a día en el caso de que el mundo que actualmente conocemos deje de existir más pronto que tarde.
Lucy McRae se ha inspirado en los sherpas del Nepal a la hora de desarrollar esta idea.
El kit incluye una máscara para dejar de ver lo que ocurre a nuestro alrededor (como ocurre actualmente con los móviles), así como cojines y mantas para sobrevivir en la intemperie. Para ello se ha inspirado en los sherpas, los pobladores del Nepal. "Los sherpas cargan a cuestas con todo lo que necesitan. El ciudadano promedio actual también está haciendo lo mismo, ya que lleva el mundo a sus espaldas día tras día", cuenta la artista sobre este peculiar mecanismo que, más allá de su funcionalidad, es toda una declaración de intenciones y una denuncia explícita a la sociedad de consumo y las tecnologías que se han apoderado de todos y cada uno de nosotros.