Nació en Mendoza, Argentina, una ciudad vitivinícola ubicada a los pies de la cordillera de los Andes. Allí, Matías Larraín se formó como diseñador en comunicación visual y publicista, luego trabajó en comunicación y diseño para un canal de televisión. En 2017 se trasladó a Francia, donde reside actualmente, y comenzó su carrera como ilustrador profesional. Nos cuenta que fue "l’amour" lo que le llevó hasta Saint-Égrève, un pueblo de los Alpes franceses, un lugar donde puede encontrar la inspiración: "Para dar con una idea busco la soledad y un ambiente calmo. Cuando tengo el mensaje y todo lo necesario para materializarlo, puedo dispersarme y buscar la mejor manera de transmitirlo y selecciono la paleta de colores, el formato, si será un ave, una fruta o algo totalmente nuevo. Me gusta experimentar".
Rostro Abstracto, que forma parte de una serie de rostros abstractos de diferentes formas y colores que hacen referencia a la diversidad. Fueron creadas para la tienda Etsy de láminas decorativas bajo el nombre MatiasLarrainArt.
COLORES QUE VIBRAN
Como queda claro en su trabajo, el color es la base: "Suelo pasar mucho tiempo observando cómo vibran y descifrando el estado de ánimo que pueden generar ciertas combinaciones", nos explica. Aunque también experimenta con la abstración, las formas orgánicas y el humor son otra de sus constantes: "Las formas orgánicas y los trazos irregulares están muy presentes en mis obras. Me gusta la imperfección. El humor forma parte de mi vida cotidiana y de mi trabajo. Se puede reflejar en los personajes que suelo crear". Aunque comenzó de una manera más tradicional, utilizando papel, lápices, pinturas y collage, hoy en día recurre a técnicas más digitales; su formación académica, asegura, tiene mucho que ver en eso.