La fascinante historia del perfume de la realeza

Se dice que el perfume es la victoria de la nostalgia y nadie puede competir con ese evocador sentimiento. Nuestra memoria olfativa está poblada de evocadores recuerdos que aluden a momentos de felicidad de nuestra historia y también está ligada a personas. Unas gotas sirven para trasladarnos a otro lugar y revivir un paseo por un frondoso bosque, la energía de una ciudad, el nacimiento de nuestro hijo, una conversación junto al mar… La nostalgia es contagiosa y despierta nuestro interés. Por ello la industria sigue lanzando aromas embotellados que estimulan nuestras emociones y llevan una historia detrás.

Así lleva haciendo desde hace más de 100 años la casa británica Penhaligon’s, que asombra al mundo con sus refinados aromas. Formulaciones innovadoras, ingredientes de primera calidad y cuidadas historias son el denominador de los perfumes de esta firma que pertenece al grupo español Puig desde 2016.

Barbero de profesión, su creador William Penhaligon tenía buena mano con las fórmulas y concibió en 1872 Hamman Bouquet, un perfume atrevido para la época e inspirado en los vapores de los baños turcos de la londinense calle Jeremy Street. Su buen hacer pronto se vio recompensado y la reina Alexandra le otorgó al perfumista el sello de la máxima excelencia hasta la fecha: la royal warrant, una distinción que le convirtió en proveedor de la Casa Real británica. A día de hoy, la Corona sigue contando con los servicios de la firma.

Inspirándose en Sarah Churchill, duquesa de Marlborough y la mejor amiga de la reina Ana, Penhaligon’s acaba de lanzar The Fovourite, su nuevo perfume. La historia de esta joven tajante e inteligente, con un empeño constante en ascender en política, se ha plasmado en un eau de parfum perfecto “para mantener a los amigos cerca y a los enemigos aún más cerca”.

Este almizcle floral gira en torno a una flor cálida y empolvada, la mimosa. Además, su fórmula lleva fresia, violeta y mandarina. Pero pronto, la luz se desvanece y adquiere un aire de alcoba. También lleva la firma de la madera de sándalo indio y del almizcle. ¿Su precio? 164 euros (100 ml).