Reducción. De su titulación conceptual en la Design Acadamy de Eindhoven eso es lo que le ha quedado a Raphael Navot (Jerusalén, 1977). Solo que a esa contención bien pensada él le ha añadido una increíble expresividad estética que aplica con el mismo rigor en muebles y espacios, ya que, desde que se instalara en París tras graduarse, ha alternado ambos campos. Su primer trabajo importante fue Silencio, el club "cultureta" underground solo para socios, del director de cine David Lynch, que dejó en sus manos la dirección creativa en 2011. A partir de ahí le salieron encargos tan mediáticos como los hoteles National des Arts et Métiers, en la capital gala, o la biblioteca y la galería de arte del Domaine des Etangs, en Massignac.
Las piezas llegaron entre medias y por goteo: el sofá Moon para Domeau & Pérès, la lámpara Toh para Veronese, alfombras para Galerie Diurne... Hasta 2019, cuando Roche Bobois le encargó una colección y él concibió nada menos que 30 piezas aglutinadas bajo el paraguas de Nativ, una de las series más especiales de la editora. Navot es tímido, silencioso, habla bajito, pero con claridad. "Mi idea de la modernidad es concebir un proyecto perenne, que hubiera podido existir hace 50 años y que todavía estará de actualidad dentro de otros 50".
Lámpara de su colección Topographic Memories, presentada por Ateliers Courbet este último Design Miami, una edición limitada de lámparas y mesas de bronce fundido y travertino
El savoir faire de Navot
Su fórmula para lograr esta atemporalidad es trabajar con materiales naturales y los que mejor los conocen, artesanos experimentados que saben de técnicas casi caídas en el olvido. "Mi proceso implica concebir una idea por medio de la tecnología y ejecutarla a mano". Paredes recubiertas de pan de oro a la manera de Versalles (Silencio), lavabos esculpidos en granito (Le 39V) o madera trabajada en vertical como en el siglo XVIII (el parquet Fôret Opus para Oscar Ono). "Abogo por un 'futuro natural', que utilice materias en bruto. París me fascina porque ha conservado un gran número de oficios: aquí se puede trabajar el vidrio molido, la cerámica o el metal en ateliers de excelencia: la maison Veronese, la manufactura de Sèvres o la fundición Coubertin". Afirma que eligió instalarse precisamente aquí por esta razón. Aunque alterna interiores y producto y se define como un creador no industrial, el pasado mes de enero recibía el premio como diseñador del año de la feria Maison&Objet, para cuyos visitantes ha preparado una instalación inmersiva "que representa una emoción visual" con luces y texturas. Emoción que también promete en un nuevo hotel en París, Dame des Arts, que verá la luz a finales de este año.