Faye Toogood muestra un profundo respeto por la tradición, pero su trabajo es fruto del instinto. A través de la experimentación ha llegado a piezas tan expresivas como la exitosa silla Roly-Poly. Ahora, presenta una colaboración con la firma Birkenstock que incluye tres modelos de sandalias y una cama, y que ha inspirado una colección de ropa.
¿Cómo ha conseguido el equilibrio entre estética y comodidad en sus diseños para Birkenstock? La clave fue mantener la clásica plantilla Birkenstock de corcho y cuero de alta calidad, y luego crear formas esculturales e hinchadas que fueran 100% Toogood. Con estas nuevas formas, nos gustaría atraer a personas de todas las edades y géneros.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido de su colaboración con esta marca? Me encantó cómo usamos los mismos pocos materiales en una amplia variedad de productos. La colección se expandió a todas las disciplinas, desde zapatos, ropa y accesorios hasta muebles a gran escala. Abordamos la colección de manera integral, utilizando los mismos elementos para la cama que para los zapatos: lona, cuero y corcho. Todos estos materiales tienen una naturaleza cruda, elemental
y atemporal: ¡Se han utilizado para zapatos y ropa durante siglos! Me encantó cómo los mismos trozos de materiales, aplicados a diferentes tipologías de productos, obtenían resultados tan diferentes.
Tienda Mulberry en Regent Street (Londres), con un interiorismo sofisticado y moderno a partes iguales.
¿Cómo surgió la colaboración? He estado cerca de Birkenstock desde que era una niña. Mi hermana Erica y yo ya usábamos sus sandalias. Por eso, cuando me presentaron a Oliver Reichert, el director ejecutivo de la firma, ya sabía que conectaríamos. La asociación fue muy natural: admiro el compromiso de Birkenstock de trabajar con materiales naturales y sostenibles de alta calidad, y que diseñen pensando en la longevidad. Muy pronto, ambos queríamos expandir el proyecto más allá de los zapatos para incluir ropa y una cama, generando un enfoque verdaderamente holístico.
¿Qué es lo que la impulsa a crear? Naturaleza, paisaje y elementos. Me apasiona profundamente el paisaje rural: es de donde obtengo mi inspiración y el lugar en el que me siento más cómoda; una especie de santuario para mí. Es mi fuente de inspiración, tanto en la paleta como en los materiales y la geometría. Pasé gran parte de mi infancia jugando al aire libre, por lo que me siento más como en casa en la naturaleza, absorbiendo mi entorno.
La fotogénica silla Roly-Poly, en versión transparente.
Como diseñadora, ¿qué ventajas y desventajas le ha dado su experiencia como estilista? No tengo una formación clásica en diseño, me formé en Historia del Arte y este hecho me ha liberado de los límites de las disciplinas del diseño en muchos sentidos. Me da una mirada más amplia. Mi trabajo como estilista en las revistas implicaba crear escenarios para una sola sesión de fotos y luego destruirlos. Odiaba el desperdicio, así que fundé mi estudio en parte como reacción a eso, para crear espacios y productos duraderos. Nuestro enfoque es, y siempre ha sido, concebir objetos y prendas longevos con materiales de alta calidad. No me propongo ser una creadora de tendencias ni tampoco seguirlas.
Usted afirma que trabaja sin límites. ¿Cómo inicia, entonces, el proceso de diseño? Me interesa contar historias a través del diseño, por eso mis proyectos siempre comienzan con una narrativa. Cada proyecto parte de una obra de arte, de una idea, de un lugar o de algo más industrial como un proceso de fabricación. Luego empiezo a explorar materiales que podrían ayudarme a realizar esa narrativa en forma 3D. Tengo una gran variedad de muestras en el estudio, una especie de tesoro que actúa como punto de partida. Hay materiales a los que vuelvo a menudo, que han llegado a representar el espíritu de mi estudio de forma pura y elemental, como la pintura, la arcilla y el bronce. Mi equipo y yo hacemos pequeñas maquetas a partir de materiales muy rudimentarios (papel, arcilla, cartón, cinta adhesiva...) que perfeccionamos una y otra vez. Es liberador usar ingredientes tan sencillos al principio porque permiten un sinfín de posibilidades. Y te enseñan a no valorar en exceso una idea.
Todos sus diseños son llamativos, pero son mucho más que un ejercicio de forma. ¿Cómo logra la profundidad? En el centro de mi trabajo hay una obsesión por la materialidad. Intento representar un material con honestidad, lo que a menudo desemboca en una forma básica o elemental. Al centrarme en la geometría simple, la atención se dirige a la crudeza y la irregularidad natural del material elegido. Tanto mi silla Spade como la silla Roly-Poly son sencillas en su forma porque fueron impulsadas por la materialidad.
Uno de sus progenitores es científico. ¿Heredó de él su pasión por la investigación? Como ornitólogo y florista, mis padres son extremadamente creativos. Cuando era niña, mi madre nos hacía de todo: cereales, mermeladas, pan, etcétera. Tuve una crianza rural en Rutland, que es el condado más pequeño de Inglaterra. Estaba muy aislada, no teníamos televisión, así que pasábamos mucho tiempo al aire libre. Nos entreteníamos caminando, explorando, buscando comida y, desde muy joven, comencé a recolectar piedras, fósiles y minerales, supongo que como una forma de darle sentido al mundo. Luego organizaba estos objetos en categorías, en orden de prioridad, los reorganizaba en grupos que tuvieran sentido para mí. Mis hijos han heredado este amor por coleccionar
y organizar, así que ahora lo hacemos juntos.
Chaqueta The Farrier rosa con bordado blanco.
¿Qué le gustaría que fuese lo primero que pensase la gente al ver sus diseños? Intento evitar definir mi propio estilo, creo que eso es trabajo de otros, pero la materialidad, la escultura y la longevidad son la esencia de todo lo que hacemos. Por ejemplo, para nuestra nueva colección de artículos para el hogar quería crear objetos cotidianos accesibles, pero que conservaran las formas escultóricas por las que somos conocidos. Este espíritu también se ve en nuestras colecciones de moda: ropa de alta calidad, fácil de usar, con una silueta reconocible...
Sus piezas son orgánicas, escultóricas... ¿es la naturaleza su mayor inspiración? Sí, la naturaleza, el paisaje y los elementos son una fuente constante de emoción para mí. Me atraen los creadores que basan su trabajo en el paisaje. Una de mis primeras influencias fue Barbara Hepworth. Cuando tenía ocho años fui a su estudio, e inmediatamente después quería ser escultora. Aunque estudié Historia del Arte, nunca olvidé el amor de Hepworth por el paisaje, la geometría
y los materiales. Otra gran influencia para mí es Paul Nash: su pintura The Shore fue la inspiración clave para la colección de moda primavera-verano 2021.
Vestido holgado Mudlark, fruto de la colaboración con Birkenstock.
¿Qué es para usted un buen diseño? Materialidad, longevidad, forma escultórica y valentía.
¿Cómo describiría su casa? Actualmente, ¡como una obra en construcción! Mi marido y yo acabamos de comprar una casa en el campo porque queríamos mudarnos fuera de Londres, acercarnos a la naturaleza y también a mis padres. Todavía estamos en proceso de reforma, pero el espacio se ha convertido
en un verdadero santuario, especialmente el año pasado. He pasado mucho tiempo haciendo cosas con mis hijos, o simplemente estando en la naturaleza, al aire libre.
¿Podría nombrar alguna de las piezas u objetos que le gustan especialmente de su casa? Mi mesa de escultora. La diseñé para que fuera una verdadera pieza central de un hogar. Hemos hecho de todo en ella: cocinar, comer, pintar, ¡incluso bailar! Está hecha de roble macizo y cubierta con capas de pintura para automóviles, por lo que es indestructible.