Vamos a remontarnos a 1990, cuando Galleria Continua fue fundada por Mario Cristiani, Lorenzo Fiaschi y Maurizio Rigillo. Los tres poseían la intención, evidente en el propio nombre, de dar continuidad al arte contemporáneo.
Inicialmente, se establecieron en una ciudad llena de historia, atemporal y magnífica: San Gimignano (Italia). En un lugar completamente inesperado: un cine.
Por aquél entonces, y por primera vez, Carhartt introducía productos claramente americanos en el mercado europeo, pero esto es sólo un paréntesis.
Ya de vuelta a 2020, la estela de Gallería Continua se expande a Beijing (China), La Habana (Cuba) y Roma (Italia). Y todas sus aperturas están dedicadas a una interculturalidad sin fronteras y renovadas formas de diálogo entre el arte y el público.
Sin embargo, la localización que más nos interesa hoy es la de Les Moulins, en el campo de Boissy-le-Châtel, a una hora de París.
Y aquí entra la firma de Hamilton Carhartt. En 1855, con solo cuatro máquinas de coser y cinco empleados, Hamilton comezó a fabricar monos de trabajo de lona y tela vaquera respetando las condiciones sindicales. No solo construyó una marca de ropa, sino un auténtico way of life, que hoy es ultra cool y el lenguaje de una gran seña.
¿Y en qué punto convergen? Sigue leyendo…
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