El cineasta madrileño ha permanecido fuera de foco unos cuantos años, pero ahora inicia su regreso al primer plano de la actualidad con dos proyectos «de director» muy diferentes: una película que acaba de terminar, El olvido que seremos, protagonizada por Javier Cámara, de la que no se ha adelantado la fecha de su estreno, y la edición de una caja titulada Bebo de Cuba, diseñada por Javier Mariscal, que incluye los seis cd (que estaban descatalogados) que el pianista, compositor y director de orquesta cubano grabó para Calle 54 Récords, el sello discográfico propiedad de Fernando Trueba. La caja se completa con otro cd de rarezas y temas inéditos; dos dvd, entre los que figura el documental Old Man Bebo, dirigido por Carlos Carcas y producido por Trueba, y un librito con textos y fotos del archivo personal del ganador de un Oscar por Belle Epoque.
El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince
¿Tienes algún interiorista «de cabecera», con el que siempre cuentes para hacer tus películas?
En realidad, no. Pero el trabajo que ha hecho el decorador colombiano Diego López Mesa en mi ultima película, El olvido que seremos, que estoy terminando ahora mismo, recrea a la perfección las casas de los años sesenta y setenta. Ha hecho una labor espectacular, una recreación total, perfecta.
¿Tienes alguna pieza fetiche que hayas empleado en más de una película, a la manera en que Berlanga tenía que incluir la palabra «austrohúngaro»?
No.
¿Vives en la casa de tus sueños o no te la puedes permitir?
En la que vivo es la casa de mis sueños. Vivo ahí desde hace treinta y tres años: una casita de los años veinte en el barrio de Ciudad Lineal, el proyecto de Arturo Soria.
Sir Terence Conran
¿Cambias frecuentemente la decoración de tu hogar?
Alguna vez cambiamos algo. En realidad, lo cambia mi mujer, pero tiene que luchar conmigo, porque yo soy inmovilista: no me gusta que nada cambie. Sobre todo cuando se trata de cosas que te gustan. La interiorista es mi mujer. Es una auténtica genia. En la película colombiana de la que te he hablado, buscando localizaciones vimos una casa que no tenía nada que ver con lo que buscábamos, y ella se empeñó en que era esa. Diego [el decorador} y yo nos miramos escépticos, pero la realidad es que era «esa» casa y quedó genial.
¿Con qué frecuencia visitas tiendas de muebles?
Jamás.
¿Sabes quién es Sir Terence Conran?
No. [Se lo explico]. ¡Pero sí sé lo que es Habitat!
Fotograma de Chico y Rita, de Javier Mariscal y Fernando Trueba
¿Vas a IKEA por sus albóndigas o te gusta por algo más?
¡Jamás! Me mareo en esos sitios. El único sitio público en donde no me mareo es en las librerías.
¿Alguna vez has estado en la Feria del Mueble de Milán?
No
¿Empleas cuadros o esculturas como elementos decorativos?
Sí, pero no tengo demasiadas obras. Tengo varios cuadros de «Manny» Farber, pero no es famoso. Y también de Mariscal, al que amo. Tengo también cosas de Nazario, de Manolo Quejido. También tengo esculturas de mi hermano Máximo, que era un genio [falleció en accidente de tráfico en enero de 1996]. Solía hacer esculturas y muebles en piedra. Y tengo una mesa de piedra en el jardín que es una escultura. Era un maestro.
Ray Eames sentada en un sillón que diseñaron ella y Charles Eames para Billy Wilder
¿Buscas objetos de diseño «de autor» o desconoces de quién es el sillón en el que te sientas?
Lo desconozco y nos los busco, pero eso no quiere decir que no tenga piezas: tengo una silla de Frank Lloyd Wright y cuando rodé en Chile me traje la silla Valdés [del arquitecto Cristián Valdés]. Tengo también alguna silla de Le Corbusier, que me han contado que diseñó, en realidad, una mujer a la que Le Corbusier le quitaba siempre el mérito, porque ella trabajaba para él [se refiere a Charlotte Perriand]. Y me encanta que no sea de Le Corbusier, sino de una mujer. También me encantan Charles y Ray Eames. De ellos siempre he sido muy fan y eran, además, los mejores amigos de Billy Wilder. Mi mujer me regaló el sillón Eames que diseñaron para Billy Wilder. Las primeras fotos que aparecen en internet de ese sillón son con Billy Wilder sentado en él.
¿Qué es lo último que has comprado para tu casa?
Yo he comprado un cuadrito de Fernando Bellver, un gran pintor y un genio como grabador. Pero la que suele comprar es Cristina
Confiesa… ¿alguna vez te has llevado un mueble viejo, de esos que la gente deja junto a los contenedores?
No, pero mi mujer sí ha recuperado alguna cosa. Alguna puerta abandona y tirada, que se ha convertido en una mesa preciosa. Yo no me fijo en nada: yo siempre miro al interior, nunca el exterior. Siempre estoy pensando en cosas y soy muy distraído.