Durante más de cinco décadas, a fotógrafa y activista Claudia Andujar ha captado como nadie la lucha de la tribu yanomami, un de los mayores grupos indígenas asentados en el Amazonas. La artista, nacida en nacida en 1931 en Suiza y residente en São Paolo ha confesado buscar en ellos el núcleo fundamental de la vida. Fruto de esa indagación surgió la exposición inaugurada en París en enero de este año y que tuvo que interrumpirse temporalmente debido la crisis sanitaria del coronavirus.
La joven Susi Korihana trëri nada en el agua, fotografía infrarroja, Catrimani, Roraima (Brasil), 1972-74.
Ahora la Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo vuelve a mostrar al público The Yanomani Struggle, una recopilación de instantáneas sobre este grupo de más de 35.000 indígenas asentados en la frontera entre Brasil y Venezuela que cada día se ven más amenazados por las políticas agrarias del gobierno de Brasil.
El recorrido se estructura en dos secciones: la primera abarca las fotografías de los primeros siete años de la artista en convivencia con los yanomamis y muestra de qué forma lidió con los retos que planteaba interpretar de forma visual la complejidad de esta cultura. La segunda incluye las obras capturadas durante su periodo como activista, época en la que empezó a utilizar la fotografía como arma para luchar por un cambio político. Una sección que muestra la cara social y reivindicativa de la exposición.
Invitado engalanado con plumas de buitre y halcón antes de un festín, fotografiado en exposición múltiple, Catrimani, Roraima (Brasil), 1974.
A lo largo de la muestra, el visitante podrá ver ver retratos que dibujan el dolor de las caras más jóvenes de la tribu amazónica, imágenes que atrapan ceremonias indígenas o paisajes que capturan los atributos del bosque tropical más extenso del mundo. "Claudia Andujar fotografió nacimientos, mujeres, niños. Después me enseñó a luchar, a defender nuestro pueblo, nuestra tierra, nuestra lengua, nuestras costumbres, nuestros festivales, nuestras danzas, nuestros cánticos y nuestro chamanismo. Me explicaba las cosas tal y como haría mi madre. No sabía cómo luchar contra los políticos, contra los napë pë [los no indígenas]. Fue una buena decisión que me diera el arco y la flecha como armas; no para matar a gente blanca, sino para hablar en defensa del pueblo yanomami”, dice Davi Kopenawa, chamán y portavoz del pueblo yanomami, cofundador de la Asociación Hutukara Yanomami y ganador del Premio Right Livelihood. “Es muy importante que todos vean el trabajo que hizo. Hay muchas fotos de yanomamis que ya han muerto, pero estas imágenes son vitales para que entendáis y respetéis a mi pueblo. Quienes no conocieran a los yanomamis los conocerán ahora a través de estas fotografías", asegura.
Vivienda colectiva cerca de la misión católica del río Catrimani, Roraima, fotografía infrarroja, 1976.
La exposición que reabre sus puertas en la capital gala del 16 de junio al 13 de septiembre, tiene previsto viajar por el continente europeo a países como Suiza, Italia o Alemania.