Este hotel, antiguo palacio de la corona marroquí, es uno de los lugares más emblemáticos de Marrakech. Ubicada en el corazón de la ciudad, La Mamounia derrocha opulencia. En sus jardines conviven árboles cítricos, olivos, rosales, cactus, buganvillas e higueras que han sido cultivados desde hace dos siglos, cuando éstos fueron el regalo de bodas del sultán alauita Sidi Mohamed Ben Abdellah a uno de sus hijos. En sus habitaciones y suites hasta el más mínimo detalle se cuida con mimo. Sus apartamentos albergaron a la realeza marroquí, por ello su ambiente se reviste con el encanto de las historias moriscas. Era el hotel preferido de sir Winston Churchill, quien lo definió como "uno de los lugares más bellos del mundo". La Marocain es uno de sus restaurantes, ubicado en un pequeño Riad de tres plantas en medio del jardín, es una visita imprescindible en Marrakech.