ekick de Peugeot, el diseño más práctico.
Peugeot es la única marca que comercializa bicicletas, motocicletas de dos o tres ruedas, una amplísima gama de coches y vehículos comerciales y, desde hace cuatro años, patinetes eléctricos. El ekick es su modelo de bandera, un patinete versátil, fabricado, en realidad, por Micro, una empresa suiza especializada en patinetes desde su fundación, en 1996, y su producción se realizó, inicialmente, como estrategia de marketing para apoyar en 2017 las ventas de sus modelos Peugeot 3008 y 5008: el coche tiene un espacio en el maletero adaptado plenamente no solo para transportar el patinete, optimizando el espacio al máximo, sino que cuenta (como opción) con un puerto de recarga que se activa en cuanto el coche se pone en marcha, para que la batería del patinete esté a tope de carga cuando se llegue al destino en el que vaya a comenzar a usarse.
Lo bueno es que no hace falta comprar el coche para disfrutar del ekick, que se comercializa por separado y cuenta con los grandes avances de diseño característicos del Peugeot Design Lab –donde se han ideado desde pianos a catamaranes pasando por helicópteros–: plegado mide 820x155x230. Además, las dos asas del modo conducción del patinete también se pliegan en una sola para que no tengamos que cargar con el peso del patinete (en realidad, muy bajo: 8,5 kilos), sino que lo podamos llevar rodando, como una pequeña maleta de cabina. Cuesta 550 euros (y otros 320 para la estación de recarga, si decides comprarte también el coche).
El patinete alcanza una velocidad de 25 km/h y tiene una autonomía de doce kilómetros… pero no es un patinete en el que uno se sube y se olvida… Su motor no lo impulsa: lo impulsa el usuario con el empujón que transmite con el pie y el motor amplifica la potencia. Así que, en cierta medida, usándolo volverás a sentirte un poco niño.