Si quieres empezar el año relajado, regálate unos días en este balneario. Es el mejor del planeta

Este balneario en uno de los parques geotermales más espectaculares de la geografía europea, el asombroso Blue Lagoon de la caprichosa y volcánica Islandia, una laguna de aguas tibias de un color turquesa casi inverosímil.

Se ubica a unos 45 minutos de coche de la capital y unos 20 del aeropuerto, en medio de un campo de lava, un escenario en el que el juego de contrastes cromáticos de las rocas, el agua, la vegetación y la nieve invernal crea una atmósfera ultraterrena.

The Retreat (literalmente El Retiro) es un balneario, decíamos y, sin embargo, el concepto de “balneario” se queda corto para abarcar la sofisticación, exquisitez, lujo y delicadeza de esta estructura hotelera, un eco-resort que abre tras la ambiciosa reforma realizada por el estudio de Reykjavik Basalt Architects, junto a Design Group Italia.

El volumen, completamente abierto al exterior, da protagonismo absoluto al paisaje, que se cuela por los omnipresentes y enormes ventanales que a menudo sustituyen muros enteros.

Las 62 estancias y suites son de estilo minimalista, en tonos neutros y predominancia de los grises que, de nuevo, subrayan los azules, violetas, blancos, verdes y amarillos exteriores.

Iluminación que cambia según el sol, un mobiliario de estilo nórdico, elegante y sutil, paredes paneladas en madera, discretas chimeneas encastradas en los muros, bañeras blancas independientes y, sobre todo, ventanales infinitos y terrazas volcadas a esta tierra de dioses.

Las suites tienen acceso privado al lago, mientras que el restaurante Moss, con solo 10 mesas y un menú degustación de siete platos, ofrece recetas locales a base de cordero, langosta, reno y almejas recogidas artesanalmente en la zona: es, junto a su bodega, uno de los grandes atractivos de The Retreat.

También el spa subterráneo es uno de los hits de The Retreat, excavado en la roca volcánica, y que ofrece una completa carta de tratamientos y rituales de belleza y salud basados en las aguas termales, las algas y minerales como el sílice

La española Patricia Urquiola y el italiano Antonio Citterio firman algunas de las piezas más destacables del mobiliario.

Otro de los hits con los que cuenta el balneario es su bodega en la que disfrutar de un buen vino en medio de este paraje paradisíaco.