A finales del siglo XIX y principios del XX, los cafés literarios eran un crisol de culturas. Espacios a los que acudían filósofos, escritores, músicos, pintores, y arquitectos para desarrollar sus obras y compartir impresiones, en muchos casos, revolucionarias y avanzadas para la época. También existían en el Madrid más castizo, y representaban la cuna de la cultura y punto de reunión de la sociedad.
Esa es la imagen que ha querido transmitir Expanish, una academia que busca acercar la cultura de la ciudad a los estudiantes extranjeros y ofrecer la oportunidad de aprender el idioma de forma inmersiva. Desde el centro, que contaba ya con sede en Buenos Aires y Barcelona, buscaban transmitir la esencia de la capital en su nueva sede situada en el barrio de Salamanca.
La entrada a la academia tiene reminiscencias Art Decó.
Para ejecutar el proyecto del espacio, confiaron en el estudio Mikamoka, que ha buscado "teletransportar al estudiante a uno de estos cafés en los que pueda vivir la experiencia de estar en un espacio tan representativo de la ciudad", explican. La experiencia comienza ya desde la misma fachada, "que plasma las entradas típicas de los bares castizos de la ciudad, con colores granates en las molduras y un gran rótulo en dorado sobre negro y pintado a mano que lo preside".
Juego de colores y texturas en la cafetería de la academia.
Dentro, el espacio está dividido en dos plantas, en la baja está la recepción y el área pública de cafetería y zona de estar, y en la primera se encuentran las aulas repartidas a través de un pasillo central.
Todos los detalles están cuidados para hacer guiños a tiempos pasados.
Para el interiorismo, el estudio ha jugado con la combinación de elementos clásicos como el suelo de damero y las lámparas doradas que conviven con otros elementos de diseño contemporáneo, como una estantería a medida de colores vivos y contrastados o un neón que preside la zona pública y de socialización de la academia. Para teatralizar el ambiente de esta zona, se han puesto apliques de pared a medida diseñados por Mikamoka y un gran arco azul de Orac Decor.
Un arco azul de Orac Decor con un neón preside la zona común.
Otro de los elementos característicos del diseño de la academia son las cortinas, "en la zona común cubren las paredes y ayudan a potenciar el concepto y aportar calidez al espacio así como textura y color", explica Gloria Matías, fundadora del estudio. Estos elementos textiles también se encuentran en las distintas aulas y recrean el ambiente de las salas privadas de estos cafés míticos. Como guiño a la tradición más castiza, decora el pasillo una cortina que utiliza el patrón de pata de gallo, típico del traje tradicional, y está decorada con abanicos de lunares, en homenaje a los trajes de chulapa.
Una de las aulas de la academia
Foto: Gloria Byler