Alicja Kwade es una artista multidisciplinar nacida en Polonia pero instalada en Berlín. Su trabajo investiga y cuestiona las estructuras de nuestra realidad y de nuestra sociedad, mientras refleja la percepción del tiempo en nuestro día a día. Su práctica es muy diversa y gira al rededor de los conceptos de espacio, tiempo, ciencia y filosofía, todas estas reflexiones acaban tomando la forma de objetos esculturales, videos e incluso fotografías.
Kwade crea un efecto de dobles imperfectos a partir de la utilización de espejos que crean repeticiones imposibles. Los materiales con los que la artista suele trabajar son a de uso cotidiano, monedas, tubos, espejos, cristal, luces, bicicletas... Su trabajo consiste luego en distorsionarlos generando ilusiones sensoriales.
Rocas y troncos como protagonistas habituales, espejos como herramienta para la manipulación de nuestra percepción temporal y espacial. A Alicja Kwade lo que le inspira es el espacio vacío, el no-saber o no-entender. Todo aquello que provoca preguntas. Con su obra intenta dar una explicación que le ayude, (o nos ayude a nosotros), a entender la nada como realidad.
La obra de Kwade nos pide que seamos agentes activos durante la observación; que giremos al rededor de las piezas, que las veamos desde diferentes puntos de vista, desde muchos puntos de vista, que entendamos que en un solo "objeto" podemos descubrir una realidad que luego se niega a sí misma una y otra vez. La artista, con esto, intenta averiguar qué autoridad nos está dictando qué es o no es real; cómo nos limitan nuestros sentidos y, cómo un pequeño cambio en la perspectiva puede convertir en mentira lo que considerábamos innegablemente verdad.
Alicja no considera que los espejos que utiliza sean objetos en sí mismos, son para ella herramientas con las que dirigir el comportamiento de los objetos. Los espejos crean dobles, dividen el espacio en partes y generan una desorientación en el espectador que ayuda a la artista a transmitir las preguntas que ella misma se hace. Su juego consiste en imaginar lo inimaginable. "No hace falta irse al espacio exterior para hacerlo– dice–, ya es suficientemente absurdo pensar que estamos sentados sobre una esfera que gira." Con su arte, intenta explicarse a sí misma las ideas que no logra comprender. El proceso creativo incluye la lectura de textos científicos y filosóficos sobre los temas al rededor de los que gravita. Su trabajo es un proceso de aprendizaje; donde una pieza acaba empieza la lección de la que será la siguiente pieza.
Hasta el 26 de septiembre del 2021 podremos ver una de sus obras de roca y espejo, formando parte de La Bienal de Helsinki, llamada este año "The same sea". En una costa rocosa, una plataforma metálica y, sobre ella, dos rocas que descansan a lado y lado de un gran espejo, una de las rocas es real y la otra, metalizada, refleja el entorno. La imagen pretende mostrarnos las diferentes realidades e incluso dimensiones que pueden convivir en un mismo espacio-tiempo. Contempla con ello nuestra relación con la naturaleza, nuestro lugar en el universo y la constante transformación de nuestro mundo.
Una vez termine la Bienal de Helsinki, la obra será colocada permanentemente en el barrio Kalasatama de la ciudad. De hecho, numerosas ciudades a lo largo y ancho del planeta cuentan con instalaciones escultóricas permanentes de la artista; un mapa que encontrarás en su web te invita a pasear por el mundo de ciudad en ciudad cuestionando la realidad a base de espejos y arte.