El SoHo recibe un exquisito vecino
El hotel 11 Howard abre sus puertas en Nueva York
Con permiso de lo que está ocurriendo junto al nuevo parque elevado de Park Line, el SoHo de Nueva York ostenta el título de barrio con más glamour de la ciudad de los rascacielos. No en vano, las principales firmas de mobiliario de diseño tienen sus tiendas entre sus calles. Aquí es donde se produjo uno de los primeros casos de gentrificación de la historia. Entre los años 60 y 70 fueron llegando artistas para ocupar las viejas fábricas del Cast-Iron District (el distrito del Hierro Fundido, como se llamaba antaño) y transformarlas en estudios y lofts por poco dinero. Detrás vinieron ejecutivos y yuppies, se abrieron boutiques, nuevos restaurantes, galerías de arte y los precios de su metro cuadrado acabaron por dispararse.
Su encanto lo mantiene intacto, y seguirá siendo así mientras reciba nuevos vecinos como este 11 Howard Hotel de 221 habitaciones, que se adapta como un guante al espíritu enrollado del barrio. Además se viste de diseño escandinavo debido a la colaboración del estudio danés Space Copenhagen, responsable en su país del interiorismo del afamado restaurante Noma. Sin embargo, es solo la esencia nórdica lo que se respira dentro, porque nada se ha traído de los países escandinavos; todo el mobiliario y la iluminación se ha diseñado en exclusiva para el hotel. Por fuera, el edificio carecería de todo encanto si no fuera por el gigantesco grafiti que recorre una de sus fachadas, un impresionante mural donde predomina el azul y en el que caben desde un obrero hasta un dragón chino.
El lema de este hotel es ofrecer "hospitalidad con conciencia" y eso se plasma en un espacio de co-working (11H Collective) y a través de la colaboración habitual con artistas de vanguardia y con diversas organizaciones benéficas, con el fin de "dar a la comunidad lo que reciben de ella". Más allá de esta filosofía de marca vinculada al pálpito de la calle, el huésped se beneficia del confort que aporta la posibilidad de hacer el check-in y de disponer del servicio de habitaciones por su cuenta, gracias a la tecnología digital. Los cócteles y el menú servido por el chef Stephen Starr en el restaurante son la guinda de este nuevo hotel sobrado de personalidad.