¿Duermes bien?
Es importante contar con buenos compañeros de sueño: colchón, materiales, colores, ruidos y luz pueden estirar el tiempo de descanso
Dicen que dormir bien es el mejor tratamiento de belleza que existe. Pero no todos los colchones ofrecen la misma garantía de descanso. Existe la leyenda urbana de que los mejores colchones para la espalda son los firmes, pero lo cierto es que es mejor un colchón de firmeza media que no apemaza ni resulta excesivamente blando.
La elección de colchón es un factor importantísimo a la hora de asegurarse un sueño reparador, pero no es el único. Prescindir en la habitación de todos los elementos que no sean realmente necesarios, ya sea porque realizan una función o porque aportan belleza, también es clave.
La luz es otro aspecto en el que inciden los especialistas. O más bien la falta de luz, porque para regular el sistema hormonal es fundamental que la habitación esté a oscuras, sin puntos de luz ni ventanas abiertas por las que se cuele la luz de las farolas. Por supuesto hay que evitar la presencia de aparatos electrónicos en el dormitorio, y sobre todo, no tener el móvil cargándose en la cabecera de la cama si no queremos que los sueños se vuelvan pesadillas.
Mantener la habitación a una temperatura estable también ayuda a conciliar el sueño. Existe la costumbre de mantener el hogar y particularmente las habitaciones muy calientes, pero la verdad es que es mejor mantenerla fresca, entre los 21 y los 22 grados. Cuando dormimos, la temperatura interna del cuerpo va a su nivel más bajo por lo general cuatro horas después de quedarse dormido. Por eso, una habitación fresquita puede ayudar a dormir mejor, porque imita la caída de de temperatura normal del cuerpo.
¿Resulta imprescindible utilizar despertadores muy ruidosos? Para el cuerpo es muy estresante que lo despierten de manera repentina. Hay quien opta por no usarlos porque el cuerpo se ha acostumbrado a despertarse a la misma hora cada día. Igual de válida y más tropical es la opción de los despertadores solares, especialmente indicados para los que no tienen la posibilidad de despertarse con los rayos del sol. Y nada de utilizar la cama como sofá para ver la televisión o para trabajar. Esto podría provocar que la relajación tarde más en llegar.