Una cosa es que algo parezca simple, y otra bien distinta es que lo sea. Normalmente llegar a ese meollo sintético no es un camino fácil. En el caso de 101 Copenhagen, tal y como lo cuentan sus fundadores, parece que sí lo ha sido, y que en los cinco años escasos en los que han concebido, lanzado y consolidado su editora de diseño todo ha ido como la seda. En tan corto período se han hecho con un catálogo sereno lleno de piezas deseables, arropadas por un marketing perfecto de imágenes impecables, que se venden en todo el mundo.
101 Tommy Hyldahl (izquierda) y Kristian Sofus Hansen, los dos fundadores y diseñadores permanentes de la danesa 101 Copenhagen.
No eran novatos: Tommy Hyldahl y Kristian Sofus Hansen se habían conocido en 2015 creando muebles para la escandinava Norr11. "Pero yo quería crear una marca de iluminación y accesorios. Siempre me ha inspirado el diseño japonés y he viajado mucho por Asia. Kristian había vivido y estudiado diseño en Kyoto. Compartimos la pasión por la simplicidad japonesa, el wabi-sabi y el respeto por la fabricación de productos dura- deros. Esto se convirtió en la base de 101 Copenhagen", cuenta Hyldahl. En 2017 vieron la luz sus primeros productos, la colección Sphere, "jarrones de cerámica basados en esculturas, con una superficie gris oscuro mate para crear siluetas distintivas. También lanzamos las lámparas Drop y Clam, para crear un diseño que durante el día enriquece el entorno como un diseño escultural, y durante la noche ilumina la habitación de una manera hermosa. Son nuestros best sellers y sinónimo de la estética de nuestra marca", explica Kristian. Jarrones y lámparas siguen siendo su núcleo duro, su gran especialidad.
Diseño de largo recorrido
Aunque Tommy Hyldahl proviene del mundo de la moda, donde ejerció de buscador de tendencias, hablando de su firma lo que más repite son las palabras "duradero" o "largo recorrido". "Quería utilizar parte de esa energía y velocidad que traigo de la moda en el sector del mueble, más conservador, creando algo permanente en calidad y diseño. Hoy seguimos intentando desafiar las normas y ser los primeros en proponer nuevas ideas. Este es nuestro gran valor y lo que nos diferencia de otras. La valentía de arriesgarnos forma parte de nuestro ADN", explica. Siempre trabajan juntos la base de cada concepto, y todas las decisiones se toman conjuntamente, desde el primer boceto hasta el producto final. "Aunque tenemos nuestros intereses y conocimientos individuales. Yo tengo más experiencia trabajando con tejidos, colores y materiales. A Kristian, en cambio, le interesan mucho las estructuras y las formas, y colabora estrechamente con nuestros proveedores. Nos complementamos de forma natural y aportamos nuestras historias e ideas personales a cada diseño". Y eso ne nota.