Chengdú, la capital de la provincia de Sichuán en el suroeste de China, es una de esas ciudades del gigante asiático en las que habitualmente resulta de lo más complicado encontrar un remanso de paz y silencioso. Al menos, hasta ahora. A sus afueras acaba de abrir el sorprendente Buda Hotel, un espacio ideado por Archetype Design Organization que aúna diversas influencias modernas y tradicionales chinas de mediados del siglo XX con los postulados minimalistas de la Bauhaus. El resultado no solo es un establecimiento con una gran carga cinematográficamente visual, sino un lugar en el que el lujo está presente en todos y cada uno de sus rincones.