Quentin creció en una playa en el sur de Francia, donde comenzó dibujando siluetas simples en la arena. Después de varios años en el extranjero, decidió volver a su ciudad natal. Ahora vive y trabaja en el Golfo de Saint-Tropez.
Y su fama, certificada por sus más de 334.000 seguidores en la red social de las imágenes, no ha hecho más que crecer.
Desde 2015, año en el que se pone en serio con el tema, ha tenido de la talla de Apple, The Guardian, Airbnb, Bloomberg, Hermès, Playboy, Mercedes, … por citar a algunos.
Por su fuera poco, Quentin sigue ampliando los límites de su viaje creativo explorando nuevas prácticas. Ya sea a través de sus pinturas, esculturas o diversas colaboraciones.
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