En la imagen, Pintura de Agustín Ibarrola, Caja abierta de Jorge Oteiza y mesa de Néstor Basterretxea para H Muebles.
La exposición Formas industriales. Arte-Arquitectura o la integración de las artes (1950-1970), que del 9 de septiembre al 10 de octubre ocupará la madrileña Galería José de la Mano (en el número 21 de la calle Zorilla), se antoja imperdible. ¿Por qué?, te estarás preguntando. Le respuesta es muy sencilla: rinde homenaje a aquellos grandes creadores patrios de los años 50, 60 y 70 que no solo quisieron ser modernos, sino que además rompieron las barreras entre el arte, el diseño y la arquitectura.
De hecho, en la muestra, una caja de Jorge Oteiza se encuentra con un lienzo de Agustín Ibarrola. Del pintor José María de Labra encontramos un óleo, una maqueta para una celosía de madera y un juego de café de porcelana para Bidasoa. Una silla del Equipo 57 se sitúa junto a una mesa de Néstor Basterretxea que sirve de soporte a una escultura de Ángel Duarte. O, por haber, hay hasta sillas firmadas por el escultor Andreu Alfaro o el arquitecto Javier Carvajal. Sin duda, todos ellos son un claro ejemplo de esa generación de creadores que no fueron fieles a una disciplina y buscaban mejorar el espacio con la fusión de arte y diseño.
"En esa búsqueda, muchos de ellos creyeron encontrar la solución en la industrialización y la disolución de las categorías artísticas en un arte integrado en la arquitectura como eje articulador", afirma Pedro Reula, fundador de la galería Studiolire, organizadora de la muestra junto con Galería José de la Mano y Cano Estudio, y comisario de la exposición.
No tendrás que pagar nada para poder ver de cerca esta escultura de Ángel Duarte: la entrada a la exposición es gratuita.
Pongámonos en contexto. En la España gris de la posguerra hubo un grupo de artistas, arquitectos y diseñadores que no dudaron en sumarse a la utopía de transformar el mundo mediante la mejora del espacio habitable. Impulsada por el Movimiento Moderno, esta iniciativa encontró un aliado en los padres de la abstracción geométrica como Kandinsky, Malévich o Mondrian. Aunque a mediados del siglo XX el ejemplo a seguir por nuestros compatriotas pasó a ser la obra de los italianos Gio Ponti y Alberto Sartori. O, todavía más cerca, la del propio Jorge Oteiza.
"Antes de su largo viaje americano, Jorge Oteiza conoció de primera mano las inquietudes de la incipiente modernidad practicada en San Sebastián en los años treinta y guardó entre sus ideales el modelo y la doctrina de la Bauhaus. Estos propugnaban la eliminación de las fronteras de las disciplinas artísticas y ponían el diseño en un lugar preeminente", asevera Reula.
Por todos es sabido que Oteiza realizó algunos muebles para su mecenas Juan Huarte. Sin embargo, fue a través de sus cajas vacías (a las que llamaba muebles espirituales) como prefirió estudiar la ordenación del espacio. Indudablemente, su trabajo ejerció una poderosa influencia para que algunos artistas asumieran que la práctica del diseño formaba parte, también, de esa idea de modernidad. Sin ir más lejos, durante su etapa de trabajo junto al arquitecto Rafael de la Hoz en la Cámara de Comercio de Córdoba, puso en este camino a varios de los artistas que formarían, primero, el Grupo Espacio y, luego, el Equipo 57.
No faltará a la cita la icónica butaca Granada de Javier Carvajal.
Asimismo, durante un lustro (concretamente, de 1956 a 1961), en Valencia, otro conjunto de artistas formó el Grupo Parpalló. Entre sus inquietudes estaba transformar la sociedad mediante el arte experimental. Aquí destacan artistas como Andreu Alfaro o el diseñador Martínez Peris. Esta nueva forma de entender el arte y la arquitectura tuvo su mejor ejemplo en dos proyectos firmados por el arquitecto Javier Carvajal: el Pabellón de España en la Triennale de Milán (1957) y el Pabellón de España en la Feria Mundial de Nueva York (1964). En ambos casos, Carvajal contó con la colaboración de José María de Labra, destacando sus celosías para el pabellón de Nueva York. Del propio Carvajal puede contemplarse en la exposición su célebre butaca Granada, que diseñó para el mismo pabellón.
No cabe duda de que esta exposición conjunta de las galerías José de la Mano (especializada en arte de los 50 a los 70) y Studiolire (centrada en diseño español del siglo XX) es una de las citas imprescindibles de la temporada. Y más, teniendo en cuenta de que la entrada es gratuita.