La casa de playa de Megan Fox no parece una casa de playa

Malibú se encuentra a lo largo de aproximadamente 34 kilómetros de la impresionante costa del Océano Pacífico. Las casas de la zona, a menudo están situadas en acantilados o en ubicaciones elevadas, lo que proporciona vistas panorámicas espectaculares del océano, las playas y las puestas de sol. El estilo de vida relajado y playero de Malibú a menudo se refleja en el diseño de interiores. Los espacios suelen ser cómodos, informales y acogedores, con una atmósfera relajada y sin pretensiones, algo en lo que coincide con el estilo mediterráneo. Se utilizan telas suaves y texturas naturales, y se incorporan elementos decorativos relacionados con la playa, como conchas marinas, maderas a la deriva o fotografías del océano.

Sin embargo, en el caso de la vivienda de más de 300 metros cuadrados que la actriz Megan Fox decidió poner a la venta en abril de este año por 4.65 millones de dólares, se aleja casi por completo de las características típicas de las propiedades de California. El bungalow destaca por su ambiente bohemio, con pintura brillante, papeles de pared llamativos, azulejos coloridos y una personalidad caprichosa.

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Al parecer, Fox tuvo que lidiar con problema de moho y goteras en su lujosa casa de cuatro habitaciones, que ya presentaba estos inconvenientes desde 2018 con su ex propietario, a quien le presentó una queja. Sin embargo, en el año 2021 el caso se solucionó y, a pesar de su pasado turbulento, la casa ya parece tener un comprador interesado.