Wes Anderson estaría encantado de viajar a Melbourne para tomarse algo en este café
El Café Budapest, en Melbourne, diseñado por Jean-Pierre Biasol, recrea las escenografías estilizadas de un film de Wes Anderson
Gran escenografía del Café Budapest, con un arco detrás del mostrador y delante de una escalera de fantasía y un fondo terracotaFoto: Biasol
A quien haya visto El Gran Hotel Budapest, del cineasta estadounidense Wes Anderson, no le asombrará saber que Jean-Pierre Biasol, fundador del estudio Biasol (de Melbourne), se ha inspirado en los tonos rosados y el aire fantasioso del film, para el diseño de su Café Budapest, en Carlton (Melbourne). "Nuestro trabajo se basa en los mundos memorables y mágicos de Anderson, para crear un ambiente atractivo, con personajes caprichosos y escenas míticas", dice Biasol.
El dibujo meticuloso de cada rincón del Café Budapest
Foto: Biasol
Las paredes del Café Budapest son escenarios; es decir: composiciones escenográficas meticulosas que representan una especie de idilio entre realidad y fantasía, entre el mundo real y un mundo de ficción.
Banquetas tapizadas en rojo y escalones que no conducen a ningún sitio
Foto: Biasol
Ante una de las paredes del café, el ojo que gusta de simetrías expresivas con quiebres oportunos se queda prendado de la "escenografía" formado por un arco y, detrás, la diagonal de unos escalones decorativos (no conducen a ninguna parte) sobre un fondo color terracota, y, delante, un mostrador con encimera blanca y base acanalada en el mismo tono del plano de fondo. "También nos inspiramos en la simetría y escenografías extravagantes de Anderson, una paleta de colores vívidos y nostálgicos, y en el sentimiento que infunden sus películas", continuó Biasol. Si algún desprevenido le pregunta si se trata de un café o de una sala de arte, contesta que es un aficionado a todas las artes abstractas modernas, y que la intención de brindar hospitalidad le dio la idea de proporcionar, en el Café Budapest, una experiencia de inmersión como puede ofrecer una galería. Intención que lo llevó a explorar los caminos que entrecruzan el arte con la arquitectura. Tonos terracota anaranjado construyen profundidad para los fondos y, más cercanos, gama de arena y grises. Banquetas tapizadas en rojo óxido proporcionan cálida textura al centro del área de asientos del Café Budapest.
Cafe Budapest en Melbourne en color terracota con arcos y escaleras sofa de terciopelo
Foto: Biasol