Así fue cómo las ovejas de François-Xavier Lalanne se convirtieron en un objeto de culto

Durante décadas las conocidas como 'Moutons de Laine' han conquistado los corazones y los salones de los mayores coleccionistas del mundo. ¿Cómo llegaron a triunfar estas esculturas-mueble? Aquí te contamos todo sobre una de las obras más icónicas del artista francés.

'Moutons de Laine', tal como se conocen a estas obras, están hechas de bronce y lana.

'Moutons de Laine', tal como se conocen a estas obras, están hechas de bronce y lana.

Las casas de subastas más importantes del mundo saben que cuando cuentan en sus lotes con una pieza original de François-Xavier Lalanne hay infinidad de coleccionistas privados dispuestos a pagar pornográficas cantidades de dinero para poseer en casa una de sus surrealistas esculturas. El francés nos dejó el 7 de diciembre de 2008, pero no cabe duda de que su legado sigue más vivo que nunca. Sin ir más lejos, en la portada del número de mayo de Arquitectura y Diseño, aparece una de sus célebres ovejas, una de las piezas más laureadas y recurrentes de su intachable y siempre a reivindicar trayectoria artística.

La leyenda cuenta que a la tierna edad de 18 años abandonó Agen, donde nació en 1927, para instalarse en París. Su estudio de Montparnasse literalmente estaba puerta con puerta con el de Constantin Brâncuși, quien le introdujo en el círculo de los surrealistas a cambio de botellas de vodka y cajetillas de cigarrillos. Precisamente, gracias a Brâncuși tuvo la oportunidad de conocer a grandes como Max Ernst, Man Ray o Marcel Duchamp. Aunque su vida cambió radicalmente en 1952, cuando expuso sus primigenias pinturas en su primera exposición y conoció a la que sería la mujer de su vida, la también artista Claude Lalanne. Tan pronto ambos se mudaron juntos pocos años después unieron sus fuerzas creativas bajo el nombre de Les Lalanne y, desde entonces, nuestro protagonista decidió aparcar la pintura para centrarse en cuerpo y alma a la escultura.

Aquí podemos ver a Les Lalanne. O, lo que es lo mismo, a François-Xavier Lalanne junto a su esposa Claude Lalanne.

Aquí podemos ver a Les Lalanne. O, lo que es lo mismo, a François-Xavier Lalanne junto a su esposa Claude Lalanne.

No obstante, decir que François-Xavier Lalanne era un mero escultor es faltar a la verdad. A primeras no cabe duda de que lo era, pero en realidad el francés fue el creador de unos muebles funcionales nunca vistos hasta entonces. Sin ir más lejos, su imaginería artística se aprovechó del reino animal para crear inigualables obras como Hippopotame I (1968), una bañera de casi tres metros de longitud de latón y cobre que escondía en la boca del mamífero un lavabo y un tocador; o Rhinocrétaire (1967), un escritorio también de latón que, como su nombre bien indica, tenía la fisionomía de nada más y nada menos que un rinoceronte.

La modelo Twiggy también cayó rendida a los pies de estas ovejas.

La modelo Twiggy también cayó rendida a los pies de estas ovejas.

Volviendo a sus famosas ovejas, las popularmente conocidas como Moutons de Laine, el propio François-Xavier llegó a decir que "pensé que sería divertido invadir esa gran sala de estar con un rebaño de ovejas. Después de todo, es más fácil tener una escultura en un apartamento que tener una oveja de verdad. Y es aún mejor si te puedes sentar en ella". Sí, como pueden imaginarse, el artista concibió dichas ovejas como unos asientos de bronce y lana. ¿En qué se inspiró para su creación? Antes de ser reconocidas como Moutons de Laine se sabe que las bautizó como Pour Polytheme en honor a aquel pasaje de La Odisea de Homero en el que Ulises y sus camaradas dejaron ciego al cíclope Polifemo y pudieron escapar de su cueva atándose al vientre de sus grandes ovejas.

François-Xavier Lalanne presentó el primer rebaño de 24 ovejas en 1966.

François-Xavier Lalanne presentó el primer rebaño de 24 ovejas en 1966.

El primer rebaño de 24 piezas pudo verse en 1966 en el Salon de la Jeune Peinture de París. De inmediato llamaron la atención de personalidades como Yves Saint-Laurent y su pareja Pierre Bergé, así como de nombres que no requieren presentación alguna de la talla de Salvador Dalí, Coco Chanel o Marie-Hélène de Rothschild, quienes no tardaron en comprarlas. Sin embargo, aun contando con el apoyo incondicional del galerista Alexandre Iolas, los críticos de arte no entendieron nada en aquel preciso momento. Tal como en 2013 confesó su esposa Claude, quien tristemente falleció el 11 de abril de 2019 tras sufrir un derrame cerebral a los 93 años de edad, "los críticos nos ignoraron por completo; para ellos hacer esculturas que tenían un uso era un disparate".

El tiempo, afortunadamente, dio la razón a Les Lalanne. Es casi imposible de contabilizar el número de ovejas que François-Xavier creó a lo largo de las décadas de los sesenta, los setenta y los ochenta, pero todas ellas han alcanzado cifras astronómicas que han llegado fácilmente a los dos millones de euros en las subastas celebradas más recientemente. El buen arte, como en este caso, siempre se revaloriza.

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