Las 17 habitaciones de The House Hotel Old Tbilisi rezuman historia y diseño clásico georgiano, pero también arte local y contemporáneo, tradición y sobre todo respeto, por volver a darle a este edificio histórico la vida que se merece. Porque el emplazamiento es único, y Design Hotels decidió respaldar este proyecto. Kala era el nombre de la parte antigua y amurallada de Tiflis, que en su momento estaba poblada principalmente por georgianos. La zona se dividió en dos distritos, superior e inferior, estando los principales edificios en la parte alta. Y fue allí precisamente, en las calles Shavteli y Chakhrukhadze, donde algunos comerciantes relativamente adinerados construyeron sus casas residenciales.
Uno de ellos fue la familia de Nikolozishvili, que construyó una vivienda de tres plantas con un gran sótano en el número 14 de Shavteli, en el centro de este entorno activo. La casa, construida a su gusto, encaja artísticamente con el entorno urbano. El edificio le pertenecía antes del establecimiento del régimen soviético, que más tarde prohibió poseer propiedades tan grandes y confiscó por la fuerza los dos primeros pisos y parte del tercer piso, dividiendo la casa en muchas habitaciones que albergó a diferentes familias.
Dos decisiones, un objetivo
Con esta carta de presentación, la idea de volver a "ponerlo bonito" era casi una obligación. "El antiguo edificio, al borde de la destrucción, fue completamente reconstruido", cuentan desde la firma hotelera.” Ubicado en el casco antiguo de Tbilisi, el hotel fue diseñado en un intento por preservar el estilo histórico de un complejo ubicado en un lugar de historia y arquitectura georgiana”.
Dos son las decisiones que han marcado el diseño y concepto del hotel: el arte local y las terrazas de madera. "Si hay algo por lo que Tbilisi es famosa es por sus balcones y terrazas de madera", y a la hora de acometer la rehabilitación, fue una de las premisas principales. Marcan el patio interior y se convierten en seña de identidad del hotel.
Una apuesta por lo local
El eclecticismo de la ciudad fue crucial para el diseño interior, desarrollado por la diseñadora local Ani Abashidze. Si bien el edificio clasificado refleja el período de construcción original, el interiorismo, con una suave mezcla de estilos asiático y europeo, es una combinación de elementos de diseño tradicionales georgianos y modernos. Así, todas las habitaciones cuentan con un mural de arte hecho a medida por la artista local Musya Qeburia. Las paredes pintadas a mano en cada habitación representan una imagen de mujeres y hombres vestidos tradicionalmente, que son personajes reales de la historia de Georgia y que los huéspedes pueden conocer de primera mano en cada una de las habitaciones. Todas las historias fueron recopiladas y adaptadas especialmente por el periodista e historiador georgiano Zurab Balanchivadze.
"El propietario, Jemal Inaishvili, es un destacado coleccionista de arte y con otros dos proyectos en preparación, incluida una galería de arte contemporáneo, Jemal apoya a los jóvenes aspirantes a artistas de la región y nosotros apoyamos y colaboramos en cada uno de nuestros proyectos", continúan desde Design Hotels.
Tonos de naranja quemado, rojos apagados, mezclas de grises oscuros, suelos de madera, papeles pintados estampados, textiles locales y muebles fabricados con madera reciclada recuperada de muebles antiguos, confieren al hotel un encanto inconfundible.