Que se encuentre ubicado a las afueras de Puerto Escondido, México, igual tampoco es casualidad, pero Hotel Terrestre es una oda a la arquitectura ecológica y, si existiera, la discreta. Porque decir que se funde y se pliega a los deseos de la vegetación y paisaje que le rodea, es poco. Diseñado por la oficina mexicana Taller de Arquitectura X (TAX) dirigida por el arquitecto Alberto Kalach en colaboración con Fernanda Romandia y Diana Backal, se trata de un complejo alimentado 100% por energía solar y de bajo consumo, que juega con el sol y el viento.
El complejo está formado por siete edificios entre los que se distribuyen 14 villas conectadas entre sí. Cada una tiene un jardín privado de arena y flores, una ducha al aire libre, un amplio dormitorio y una terraza en la azotea con vistas panorámicas y piscina. Porque el agua es el otro elemento que recorre el jardín, creando estanques, duchas en cascada, piscinas y un místico spa.
Hotel Terrestre
Foto: Jaime Navarro
Hotel Terrestre
El complejo está formado por siete edificios entre los que se distribuyen 14 villas conectadas entre sí.
El propio estudio nos cuenta el proyecto: "Concebido como un conjunto de diferentes edificios, el hotel se esconde entre la delicada vegetación. Árboles como copales, burseras (palo mulato), mezquites, tevetias, tabebuias, comparten paisaje con lantanas y una exquisita variedad de bromelias y orquídeas, atrayendo numerosas aves y mariposas. Los edificios están incrustados en el paisaje, como si hubieran estado allí durante cientos de años. Una cierta noción de antigüedad, pero también de futurismo, caracteriza la arquitectura. El ladrillo color arena está elaborado artesanalmente y las diferentes maderas están trabajadas con maestría. El proyecto fue diseñado para que la vegetación existente se mantuviera igual. Fue construido en las áreas donde no había árboles ni plantas. Se respetó al 100% lo que ya existía, y se realizaron labores de siembra en las áreas que naturalmente estaban más vacías".
"Los desafíos de sostenibilidad vinieron por el hecho de que se trata de un edificio 100% solar. Ha sido una gran experiencia de aprendizaje entender cómo manejar el equipo. Tuvimos que programar el calentamiento de las piscinas con tiempos establecidos. Se realizó un complejo estudio de carga energética para instalar el sistema en todo el hotel. Poco a poco comprendimos cuántos paneles y cuántas baterías necesitábamos".
Hotel Terrestre
Foto: Jaime Navarro
Hotel Terrestre
Cada villa tiene un jardín privado de arena y flores, una ducha al aire libre, un amplio dormitorio y una terraza en la azotea con vistas panorámicas además de piscina.
El exterior se resuelve en tierra, ladrillo y concreto, mientras que para los interiores se jugó con arcilla y arena, integrándose con los marcos de madera de las ventanas y puertas así como con el mobiliario hecho a la medida por el diseñador mexicano Oscar Hagerman.
En el jardín encontramos una zona de wellness y un restaurante independiente al aire libre, donde la herencia gastronómica mexicana se fusiona con la rica ecología de la región. La zona de wellness cuenta con una piscina circular de uso general, una piscina de nado y un spa hexagonal diseñado como una colmena de abejas, equipado con una bañera de agua fría y una de vapor, así como duchas interiores y exteriores. Todo pensado para que la conexión con el paisaje, y el Oceáno Pacífico en el horizonte, sea total.