Estamos ya en 2019, año en que el cineasta Ridley Scott situaba el argumento de Blade Runner (1982), película seminal de la moderna ciencia ficción. Y parece claro que su visión de un Los Ángeles sombrío, superpoblado y anegado en una persistente lluvia en el que transcurre la historia, habrá quedado, afortunadamente, en una mera fantasía distópica, eso sí, de fascinante imaginería visual. Blade Runner ofrece una mirada futurista que se apropia con elegancia de iconos arquitectónicos ya existentes en la urbe, como el edificio Bradbury o la casa Ennis, de Frank Lloyd Wright.
La verdad es que la ciudad, construida en horizontal, tiene todo el espacio del mundo, un clima envidiable, y una vida cultural y artística que la ha convertido en uno de los epicentros más cool del mundo. Uno de los mitos de esta gran metrópolis es que ha sido diseñada de manera caótica y a impulsos motivados por la necesidad del momento. Sin embargo, algunos expertos en urbanismo afirman que Los Ángeles ha sido el gran laboratorio de la arquitectura y la planificación urbana modernas desde la segunda guerra mundial hasta finales del siglo XX, aunque hoy en día sea una urbe muy diferente a la que imaginaron Richard Neutra, Charles y Ray Eames, Paul Williams, Rem Koolhaas, Steven Holl o Jean Nouvel, además de Frank Gehry o Wright, grandes arquitectos que han dejado su impronta en ella.
El Emerson College de Morphosis Architecture, la Ennis House de Frank Lloyd Wright, la Crystal Cathedral de Philip Johnson y John Burgee, o la nueva catedral de Rafael Moneo son propuestas arquitectónicas arriesgadas y originales, hitos de la arquitectura que el visitante apreciará.
Los Ángeles se ha convertido en una de las mejores ciudades del mundo para los amantes del arte con instituciones como el Getty Center, de Richard Meier; The Broad, el centro de arte contemporáno diseñado por Diller Sco dio + Renfro, o Los Angeles County Museum of Art (LACMA), el museo más grande del oeste de los Estados Unidos.
En el Art District, además de gratis han proliferado prestigiosas galerías de arte que se han mudado desde Nueva York, París o Londres. Una afluencia de nuevos residentes ha ayudado a energizar el centro histórico de Los Ángeles, conocido como DTLA, con atracciones como Grand Park o el Walt Disney Concert Hall, diseñado por Frank Gehry, una joya arquitectónica y el hogar de la sinfónica.
Y sí, L.A. es también la capital de los excesos, las estrellas de Hollywood, las tiendas de lujo de Rodeo Drive, las cafeterías y clubs de Sunset Bulevard, las mansiones de Beverly Hills, las playas de Malibú, las boutiques y restaurantes hipster de Silver Lake... El Grand Tour por Los Ángeles es como una película intensa, diferente y con muchos contrastes, que nunca deja indiferente.