Un Airbnb con conciencia
Inmersión total en una comunidad rural del interior de Japón alojándose en Yoshino Cedar House
Esta iniciativa es una respuesta romántica y optimista al descenso de la población en las comunidades rurales de Japón debido a su envejecimiento y a la migración urbana. Samara, el estudio multidisciplinar de Airbnb dedicado a la innovación y el diseño, ha inaugurado la Yoshino Cedar House en el pueblo que le da nombre al establecimiento, donde 600 de sus 4.000 casas están vacías. El proyecto se presentó el año pasado en la exposición House Vision de Kenya Hara en Tokio. Diseñado en colaboración con el arquitecto japonés Go Hasegawa, la casa explora la profunda relación entre anfitrión y huésped a través de la arquitectura.
Abiertas ahora las reservas a través de Airbnb, la Yoshino Cedar House nace tras investigar las maneras en que se puede desarrollar un sistema de alojamiento que beneficie a toda una comunidad en lugar de un solo anfitrión. Así, las ganancias de cada reserva van al Fondo de Inversión de la Comunidad, el primero dentro de la industria del home sharing. El compromiso se afianzó al usar madera de cedro de los bosques de Nara y contratando carpinteros locales, la arquitectura se hace eco de su origen. El equipo de diseño se aseguró de que en cada paso del proceso de construcción se incorporasen las habilidades propias de los lugareños.
De dos pisos, la casa se construyó adaptándose al terreno, a orillas de un río. La planta baja tiene un fin comunitario: es una zona de estar abierta con una larga mesa para las comidas en comunidad, una cafetería y un espacio para que los niños jueguen, mientras que el piso de arriba admite siete huéspedes. La idea es que alojarse en la Yoshino Cedar House sea una inmersión en el propio pueblo a nivel tanto cultural como vivencial. La oportunidad de experimentar el Japón rural se completa visitando los bosques de cedros con el Guardián del Bosque o conociendo a los artesanos apoyados por el programa del Fondo de Inversión Comunitaria, desde fabricantes de telas y carpinteros expertos hasta una destilería de sake y una fábrica de palillos.