Los feligreses de la música en directo están de enhorabuena porque la temporada de festivales arranca. Años atrás ir a un evento de estas características implicaba ir cargado con una tienda de campaña y llevar todo lo necesario para sobrevivir en la intemperie. Pero esto ya se acabó. La oferta se ha diversificado de tal manera que en estos momentos es posible poder encontrarte todo listo y preparado nada más poner el pie en el recinto, dormir en una cápsula o en un alojamiento que nada tiene que envidiar a los mejores hoteles. Festivales y confort ya no son términos antagónicos.