Según la marca, refleja "la fuerza que podemos extraer de la naturaleza, nuestro creciente deseo de alinearnos con el planeta y mirar hacia el futuro", particularmente en un mundo que aún enfrenta los desafíos de la crisis del coronavirus.
Y es que el beige, además de un neutro elegante, es restaurador, versátil, calmante, ideal para crear espacios donde los ocupantes puedan reflexionar, recargar y recalibrar.
Otra de sus maravillas es que puede cambiar a lo largo del día según la luz, así que el color provoca "ambientes sutilmente sensibles", defienden desde Dulux.
Y si esto se puede aplicar al interiorismo, también a sus elementos incluso a las prendas que vestimos o la cosmética que usamos.