Se trata de una de las citas más jóvenes del mundo, pero a pesar de llevar únicamente cuatro ediciones han hecho de la constancia y el optimismo su bandera. El Madrid Design Festival vuelve a la capital con una agenda que llenará los centros e instituciones de exposiciones y charlas que invitan a reflexionar sobre el futuro del diseño (y del planeta). Partiendo de que todo malo es para algo bueno, la situación mundial en la que vivimos hará que el Festival este año tire de talentos nacionales y nos demuestre el buen hacer del diseño patrio, y es que no vamos faltos de talento precisamente. Concursos para descubrir a jóvenes talentos y mesas redondas en las que aprender de los diseñadores consagrados, nos va a faltar tiempo para saborear bien el programa que nos han preparado.