Todo melómano que se precie tendrá en su casa una pequeña colección de vinilos que conserva con gran cariño más allá del recurrente debate sobre cuál es la mejor manera de escuchar música. Es innegable que los tocadiscos tuvieron una manera muy especial de transmitir la música con un sonido analógico, casi tangible y que el imaginario artístico y creativo que se desarrollo a su alrededor dignifico el trabajo de fotógrafos, productores, diseñadores, músicos y sellos discográfico. El resultado fue la edad de oro de la música.
Kozmophone.
Los nostálgicos están de enhorabuena, lo retro vuelve. Kozmophone es el primer altavoz modular con mesa giratoria holográfica; un clásico reinventado, perfectamente diseñado con un estilo minimalista por el estudio Arcateliers.
A medio camino entre el fonógrafo y el tocadiscos, esta espectacular pieza de diseño pulida, brillante y vanguardista, resucita un concepto que nunca pasa de moda. La bocina mantiene el aspecto original del invento de Edison, lo cual ayuda a mantener la ilusión de estar ante un producto que vive en presente, pero entiende el pasado. A nivel técnico tiene todas las características que se le pueden exigir a cualquier gadget actual: conectividad y reproducción Bluetooth, cargador, amplia gama de colores para escoger y un toque de futuro con la pantalla holográfica. También tiene luz ambiental para que los usuarios elijan su color favorito, que se controla a través de la aplicación Kozmo.
Kozmophone.
El sonido reproduce de forma impecable la sensación de un tocadiscos, pero con el aliciente de conseguir un sonido 360 grados, brindando un audio uniforme de alta calidad para todos los oyentes en una habitación. Pero, por supuesto, con los puertos de salida de línea RCA integrados, los usuarios también pueden optar por eludir el altavoz integrado y usar su propia configuración de audio. Cuenta con un cartucho Audio Technica AT 91, plato giratorio con correa con amortiguación de vibraciones incorporada y compatibilidad de 35-45 RPM, y un brazo de timbre totalmente ajustable con un contrapeso.
Kozmophone.
El corazón del diseño, el altavoz de estilo bocina es desmontable y portátil, por lo que se puede llevar a cualquier parte. Tiene su propia batería y se conecta a cualquier dispositivo a través de Bluetooth y tiene hasta 12 horas de reproducción de música. Kozmophone también permite a los amantes de la música cargar sus teléfonos inteligentes de forma inalámbrica, simplemente colocando sus teléfonos inteligentes en la parte superior del cilindro.
Kozmophone.
Edison probablemente nunca imaginó que su fonógrafo tuviera una pantalla holográfica, pero el Kozmophone se distingue por un holograma dentro de la carcasa del cilindro principal. Los usuarios pueden elegir entre una selección de animaciones holográficas que se encuentran en la aplicación Kozmo, para acompañar la reproducción e incluso crear la suya propia.
Kozmophone.
El proyecto empezó con la idea de experimentar la música con matices, revivir clásicos y vivencias adheridas a nuestros recuerdos. Y aunque la idea era buena ninguno de los fundadores de Arcateliers pudieron pronosticar el éxito que cosecharían a las pocas semanas de lanzar el proyecto en Kickstarter. Tan solo pedían 30 mil dólares para empezar, pero ya han recaudado más del triple y el cartel de agotado hace semanas que se colgó, pero que nadie desespere porque ya han prometido que todos los nuevos compradores tendrán su Kozmophone en 6 hermosos colores y una Edición Especial 18K Gold. El tiempo lo dirá, pero todo apunta a que quizás estamos ante el mejor reproductor de música de 2018.
Kozmophone.