Tendencias que no caducan: 6 sillas para modernos

A lo largo de estos 18 años hay tendencias que han llegado para llegarse. Las mostramos a través de la figura más elemental del diseño, la silla.

Redactora de Arquitectura y Diseño

19 de julio de 2019, 15:16

Japón

Se ha ido incorporando y consolidando a ritmo oriental: pausado pero seguro. Oriente en general, y Japón en particular atrae con su predilección por las formas sencillas, por su paleta de colores pálida y por su respeto a la tradición que hace que técnicas como el origami perduren. La silla Edge, de Petr Novague, es un ejemplo de la influencia nipona en Occidente: su perfil es tan parecido al de una figura de origami que puede parecer de papel. Pero nada más lejos. La Edge es una placa metálica cortada con láser y doblada.

Raw

Es un canto necesario y vital a las técnicas naturales, para vivir de una forma pura, sin aditivos, con piezas y materiales honestos. Los barnices al agua, la cerámica en crudo, el ladrillo visto, o el ratán, la madera, con sus nudos y grietas, y la piedra y su tacto áspero son materiales de filosofía raw. La belleza imperfecta procedenten de lo natural es el feliz símbolo de una casa auténtica, sin máscaras. El lema: "Disfruta de la esencia de las cosas y vivirás mucho mejor". En la imagen, la butaca Frames, creada por Jaime Hayon para Expormim.

Animal

Hay dos tendencias: por un lado, el animal print, la recreación de las pieles en sofás o butacas. Y, por la otra, la figura en sí, la jirafa, el elefante o el pájaro, tallados en madera, convertidos en una pieza de mobiliario, en objeto de culto incluso. El mundo animal deja su hábitat natural y luce fresco y salvaje también en versión doméstica. Los osos y los gatos ya no pertenecen exclusivamente al mundo infantil; en la mano de los diseñadores más prestigiosos adquieren otra dimensión. Una cara del diseño desenfadada y rica en matices y que entronca con otra tendencia, la vegetal, para hacer de tu casa todo un paraíso.

DIY (Do It Yourself)

Quién nos iba a decir que entrar en una mercería se iba a convertir en un acto de modernidad. Cómo iban a suponer nuestras abuelas que lo que ellas hacían "por obligación" o por tradición, nosotros lo emplearíamos como hobby, como un antídoto contra el estrés. La sociedad tecnológica reclama esta clase de espacios, como burbujas, en los que descansar de la vorágine y conectar con la esencia. Si a una tribu africana le habláramos del do it yourself –suponiendo que conociéramos su idioma– se echarían a reír. Pero en nuestras ciudades no es una excentricidad ponerle nombre a esta corriente que nos ayuda a detener el tiempo, aunque solo sea unos minutos.

Cristal

Pese a su fragilidad, los objetos de cristal tienen una presencia muy poderosa dentro de nuestra casa. Con una larga tradición, los objetos del cristal no han perdido ni un ápice de vigencia. Tal vez el secreto esté en su capacidad de transformación, que hace que una misma pieza sea diferente a la otra, solo por la técnica con la que ha sido hecha. Lo último, o lo penúltimo, son los muebles o los elementos decorativos de cristal coloreado, iridiscentes, que conectan con aquellas vidrieras que no podemos dejar de admirar cuando visitamos una iglesia. Piezas tan especiales como la silla Ombré Glass.

A todo color

¡Bienvenidos a la era del color! Al uso indiscriminado del color, como en los años 80, o a una paleta más suave, con el palo de rosa como protagonista. Vuelven los colores primarios: el rojo, el amarillo y el azul klein... Y también los tonos terrosos en su versión más brillante: naranja, violeta, ¡rojo burdeos! La gama de verdes despliega sus encantos en una fresca y vitamínica ensalada compuesta por una notas de salvia, unas hojas de aguacate y unas cuantas gotas de lima. En la imagen, sillas Cotone de Ronan & Erwan Bouroullec para Cassina.