El nuevo modelo de silla de la casa Thonet lo firma Sebastian Herkner, quien ha sabido plasmar en la 118 el alma y filosofía de la renombrada casa de mobiliario. Partiendo de una intención minimalista y profundo sentido práctico, la silla se inspira en el modelo 214, la reina de las cafeterías de medio mundo, diseñada por Michael Thonet en 1959.
Silla 118, de Sebastian Herkner.
El modelo de Herkner, presentado en la pasada edición de IMM Cologne, consigue recoger la tradición de la marca y traerla al presente con un diseño noble, conciso y sofisticado. Apoyado en las bases del modelo 214, arquetipo de una silla Thonet, el diseño de la 118 presenta un asiento de mimbre con trenzado vienés, sujeto por un marco de madera doblada de una sola pieza. Herkner introduce una variación del modelo en las patas: de sección redondea en las traseras y rectangular en las frontales. El respaldo se inclina ligeramente hacia atrás, asegurando la absoluta comodidad de la pieza. El resultado es una silla robusta pero delicada, que completa orgullosa el patrimonio de la firma.
Silla 118, de Sebastian Herkner.
Desde mediados del siglo XIX, Thonet ha sabido destacar en el mercado no solo por la calidad de su diseño, sino por su innovador proceso de fabricación. La empresa fue pionera en la técnica de curvado de la madera, lo que le permitió diseñar versiones simplificadas de los estilos de la época. Además, la técnica aceleró el proceso de fabricación, y facilitó el transporte por piezas y posterior ensamblado de los muebles, reduciendo los costes. La marca, icono del movimiento moderno, continúa innovando, al tiempo que permanece fiel a su tradición.
Silla 118, de Sebastian Herkner.
La silla 118 recoge el espíritu innovador de la exposición que tuvo lugar en Frankfurt en 1929 Der Stuhl, para la que Thonet aportó algunos de sus modelos como representativos de “la nueva silla”, capaz de adaptarse al ritmo e inquietudes del hombre moderno. Y así es el diseño de Herkner, una silla versátil y práctica, adaptable a cualquier entorno. En esta misma línea, el modelo 118 recuerda además a la también célebre “silla de Frankfurt”, cuyo diseño fue desarrollado tras la exposición de 1929, y es considerada un modelo universal de silla. Es por eso que para referirse a la 118, el diseñador emplea el mote “silla de Offenbach”, en homenaje a su ciudad natal.
Es gracioso cómo el modesto gesto de catalogar sus diseños con un sencillo número, sin nombre, contrasta fuertemente con la notoriedad que han tenido sus modelos en la historia. Así es Thonet.