Dentro de su valiosa labor en apoyo de la artesanía contemporánea –recordemos sin ir más lejos el Loewe Craft Prize, que este año celebra su tercera edición–, la Fundación Loewe organizó el pasado 22 de enero en el IED de Madrid un encuentro en el que convocó a expertos y artistas para ofrecer sus puntos de vista sobre el mundo de la artesanía. Moderados por la periodista Anatxu Zabalbeascoa y previamente presentados por la presidenta de la fundación, Sheila Loewe, participaron la directora de colecciones del museo Victoria & Albert de Londres, Antonia Boström; la ceramista irlandesa Sara Flynn; el artista y joyero catalán Ramón Puig, y el artista del vidrio coreano Joonyong Kim.
Piezas de cerámica de Sara Flynn.
Sara Flynn explicó cómo la principal guía de su trabajo es la exploración en las propiedades de los materiales en la búsqueda constante por descubrir nuevas características para sus piezas. Por su parte, el koreano Joonyong Kim habló de su inspiración en las formas y colores de la naturaleza, lo que lleva a que sus piezas puedan interpretarse como auténticos paisajes.
Para el catalán Ramón Puig, su trabajo se estructura en torno a la pregunta de cuál es el misterio de la creación. Sus lugares de trabajo, a los que le gusta referirse como laboratorios, han estado siempre abiertos a la vista del mar, motivo que ha estado siempre de fondo en todas su creaciones aunque ha ido atravesando diferentes fases a partir de otros intereses. Cómo una etapa que estuvo inspirada por la noche y las estrellas, a una otra que responde a su interés por lo microscópico y las composiciones elementales de la materia. Para él la joyería es la forma de acercar el arte contemporáneo al día a día, dotarlo de un carácter más vivo y humano.
Subtle architectures, plata niquelada y alabastro, de Ramón Puig.
La curadora Antonia Brostöm narró el debate existente entre los distintos historiadores sobre el significado de la artesanía y sus límites a partir de la incorporación de las nuevas tecnologías y la electrónica. Mientras que para unos autores es imprescindible el carácter literal de estar hecho a mano, para otros incorporar los avances tecnológicos supone una evolución natural de la disciplina. También reflexionó sobre los límites cada vez más diluidos entre la artesanía y el arte, mostrando ejemplos en porcelana de los artistas Simone Pheulpin, Claire Curneen o Rachel Kneebone, cuyas piezas podrían considerarse auténticas obras de arte.
La presidenta de la Fundación Loewe, Sheila Loewe, se dirige a los participantes del evento. De izquierda a derecha, Anatxu Zabalbeascoa, Antonia Boström, Ramón Puig, Yoonjong Kim y Sara Flynn.
Anatxu Zabalbeascoa planteó ciertos temas de gran interés que se debatieron en conjunto. Uno de ellos fue el concepto de "intención", que para Joonyong Kim radica en la búsqueda de originalidad con sus piezas. Por su parte, Ramón Puig no se enfrenta a los procesos creativos con una intención previa, sino que para él la intención es lo que resulta de la búsqueda; es encontrar misterio en el proceso.
También hablaron de qué significa el "riesgo", y cuánto de ello hay en sus procesos creativos. Para el creador coreano se traduce en las toneladas de vidrio roto que descarta, de la misma forma que para Sara Flynn se basa en el tiempo y los materiales invertidos en pruebas. Finalmente abordaron la noción de belleza, que todos coincidieron en definir como algo muy subjetivo y delicado, y que en el caso concreto de Ramón Puig siempre aparece a través de diseños honestos.