La línea maestra de los hermanos Bouroullec

A los hermanos Ronan y Erwan Bouroullec les encanta usar el lápiz y el rotring. Para ellos todo comienza con un garabato, diseñen una lámpara o un silla, una pulsión que se plasmó hace tres años en el libro Drawings, que recoge 850 dibujos hechos entre 2005 y 2012. Con su último proyecto, esta habilidad adquiere mayor visibilidad que nunca. La colección de patrones Rivi, para la legendaria marca finlandesa Artek –por cierto que un 3 de febrero nació su fundador, Alvar Aalto– es una sucesión de líneas que discurren en oblicuo y en paralelo, y en direcciones opuestas, hasta el infinito. Rivi significa línea en finés.

Su trazo no es perfecto: se muestran con la irregularidad propia de una ilustración hecha a mano sobre papel. Se resalta así la cualidad de la imperfección, que tanto nos conecta con la naturaleza y está tan bien inscrita en el diseño nórdico y en el adn de Artek (y también es la razón de ser de la filosofía japonesa del wabi sabi). De esta forma, las líneas surgen de una suerte de tronco como si fueran sus ramas.

La colección Rivi se presenta en cuatro colores: azul/blanco, blanco/azul, mostaza/blanco y gris claro/blanco. Los textiles están confeccionados en algodón, lienzo de algodón y algodón plastificado, este último pensado para durar sirviendo, por ejemplo, para cubrir una mesa. Sus medidas son de un metro de ancho y también se pueden adquirir en cortes de 3x1,5 metros para emplearlos, por ejemplo, para hacer servilletas, juguetes para niños e incluso en ropa. Además, se han puesto a la venta accesorios como cojines, bolsas y bandejas forradas de seda serigrafiada.

Se trata de la segunda colaboración de los hermanos Bouroullec con Artek. En 2015 presentaron la colección de mesas y estanterías Kaari, poco tiempo después de la compra de esta marca por parte de Vitra. Los franceses parecen encontrarse cómodos con el lenguaje escandinavo, como también demuestran las colaboraciones con Iittala y Hay.