Mil y un dormitorios en uno

Una única estructura y mil y una maneras de vestirla y de darle distintos usos aparte del obvio: dormir. La cama Nook, de Carlos Tíscar para la firma especializada en dormitorios juveniles con base en Tarragona JJP, revoluciona el dormitorio. Partiendo de la tradicional cama con dosel, el diseñador crea una estructura que sirve para mucho más que para colgar unas cortinas.

Nook significa escondrijo. La Nook es un refugio. Una composición creada para dormir y también para leer, escribir y mirar la televisión. Todos los elementos de una habitación, integrados en un solo diseño. Carlos Tíscar la define así: "Se trata de una estructura robusta y esencial, en blanco o negro, a la que se le pueden acoplar, sin necesidad de montaje en pared, una serie de prácticos muebles y complementos que la convierten en un espacio propio donde dormir".

Como si de un juego de construcción se tratase, tú eliges los complementos que deseas incorporar a tu cama, que puede ser individual, de dos plazas y hasta de tres... Elementos funcionales, como un cajón nido –o dos– o sencillamente decorativos, como varias versiones de cabezales: desde el trenzado, realizado a partir de cinchas elásticas, hasta la opción tapizada o la acolchada.

Una de las ventajas de esta propuesta es su facilidad de montaje. Tan solo se necesita una llave Allen para montar la estructura y fijar sus elementos. Un contenedor vertical para tenerlo todo organizado, una pequeña mesa para dejar el reloj, una práctica colchoneta para invitados...

Las posibilidades son infinitas: una luz led para la última lectura del día, un soporte para aparcar la bicicleta... La Nook parte de una idea original de Bruno Munari –profesor de Tíscar– que en 1971 creó la Abitacolo, una única estructura que aunaba las funciones del sueño y del juego. La nueva versión incorpora complementos impensables en la década de los 70: un soporte para el televisor de pantalla plana o una cinta elástica para sujetar la tablet.