Güell Lamadrid reivindica la tierra de los dioses de la India

Todo el mundo que ha tenido la oportunidad de poder viajar a un país tan fascinante como la India queda marcado para siempre, en el buen sentido. La región asiática cuenta con innumerables lugares recónditos, pequeños secretos que no siempre son de dominio público. Ese es, sin duda, el caso de Kerala, un estado ubicado en el extremo sur de la India, engalanado de infinitas palmeras, bellos espectáculos de colores naturales y un ritmo de vida totalmente opuesto al que marca el día a día de, por ejemplo, Bombay. Por algo dicen de este lugar bañado de canales y cocoteros que, si hubiera una imagen del paraíso, muy probablemente se situaría ahí, en "la otra" India.

Aquellas personas ávidas en entrar en contacto con la Naturaleza en estado puro, o bien relajarse en unas larguísimas e inabarcables playas bañadas de plantas de té y café, tienen en Kerala un gran aliado. Aunque si algo destaca de este lugar es, sin duda, el hecho de que se trata de una tierra en las que diversas religiones, etnias y singularidades conviven en paz y, por consiguiente, dando una enorme y valiosísima lección al mundo.

En todo ello se inspira la firma de telas Güell Lamadrid en una nueva colección que, como no podía ser de otra manera, se llama simple y llanamente Kerala. Está compuesta de seis estampados diferentes (cada uno de ellos disponibles en varios colores): las flores estampadas de Ceilán, la quietud para los lisos de Champery, las hojas de helecho de Kandy, los valles de Munnar, los ríos de la montaña Verbier y las frutas exóticas de la playa sagrada Varkala. Güell Lamadrid, sin lugar a duda, en la colección Kerela ha querido que coexistan armónicamente todas las singularidades, la belleza y la inspiración natural que hacen de este territorio de la India un lugar único.

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