¿Conoces a Adolf Loos?
El Museu del Disseny de Barcelona acoge la exposición 'Adolf Loos-Espacios privados'. Te damos 8 razones para ir y conocer a este arquitecto vienés que cambió las casas por dentro y por fuera sin sucumbir a las críticas
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Looshaus
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Por su coraje
Adolf Loos. 1870-1933. Arquitecto y diseñador de muebles. Considerado el padre del modernismo. Con su estilo, revolucionó la sociedad vienesa, hasta el punto que la gente consideraba que sus edificios estaban inacabados. Fue criticado pero siguió haciendo aquello en lo que creía. Y el tiempo le dio la razón.
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Por allanar el camino a la Bauhaus
"Aplicó antes que nadie el minimalismo, el racionalismo, el espacio cúbico y el juego de líneas vertical y horizontal en ventanas, cornisas y terrazas", nos cuenta Pilar Parcerisas, comisaria de la exposición. Sin él, Mies Van der Rohe lo hubiera tenido más difícil. También fue el inventor del Raumplan, la técnica por la que se seccionan los espacios interiores a distintas alturas dependiendo de su uso. En la foto: Casa Moller (1928).
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Por la Looshaus
El edificio que le encargó la firma de sastrería Goldman & Salatsch levantó un gran revuelo. El ayuntamiento obligó a parar las obras al considerarlo "una aberración". Y Otto Wagner, íntimo amigo, puso cartas en el asunto. El arquitecto le aconsejó poner unas jardineras en la fachada para que se viera más vestida. La solución convenció al ayuntamiento y se retomaron las obras.
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Porque diseñó una casa por amor
Estaba tan enamorado de Joséphine Baker, que le diseñó una casa. Por desgracia, el amor no era correspondido y la casa nunca se construyó. El arquitecto se prendó de ella en París, durante una actuación en el Thêatre des Champs-Elysées. La bailarina solo llevaba puesto un cinturón de bananas. La casa tenía una gran escalera en la que Loos soñaba ver desfilar a su musa.
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Por crear muebles sin ornamentos
Consideraba el mueble un objeto funcional y práctico. Aborrecía la ornamentación. Dijo: "De las diferentes asas ornamentadas de nuestras vasijas hemos obtenido, en el transcurso de los últimos decenios, callos renacentistas, barrocos y rococós". La muestra "Adolf-Loos-Espacios privados" del Museu del Disseny muestra esta faceta de Loos y exhibe muebles como la silla Eckstuhl, del año 1900.
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Por decir lo que pensaba
Adolf Loos no caía bien, pero cuando daba una conferencia, el auditorio se llenaba hasta los topes. A su buena fama no ayudaban las burlas que dedicaba a sus colegas. Prolífico, dejó escritas sus teorías en "Das Andere" u "Ornamento y Delito", un discurso esencial para comprender su visión progresista. Antes de morir, redactó su propio epitafio: "Adolf Loos: liberó a la humanidad de trabajos inútiles". En la foto: Hugo Semler House (1931-1932).
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Por la Casa Steiner
Esta vivienda consolidó a Loos como el arquitecto moderno que cuestionaba –y mucho– la tradición vienesa. La cubierta metálica y curvada es "el ornamento" de la fachada. Años después, y tras la desaparición de Loos, se añadiría a la casa una cubierta inclinada de teja que el arquitecto hubiera detestado. Por suerte, más adelante se recuperó la "racionalidad" y volvió a su aspecto original.
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Por persistir
En 1903, el profesor Theodor Beer encargó a Loos la reforma de su villa La Maladaire. Las obras se interrumpieron varias veces y en estos períodos cogió las riendas del proyecto el arquitecto vienés Max Fabiani. En 1906, Loos abandonó la obra. La relación con el propietario se había tensado demasiado y fue el suizo Hugo Ehrlich quien acabó la casa. Aún así, puede considerarse la primera obra de Loos. Tenía 33 años y una larga carrera por delante.