¿Eres fan de Octaevo? Pues ahora también querrás sus floreros

Diseñador gráfico de origen suizo, Marcel Baer es un enamorado del Mediterráneo. Fue mirando antiguas fotografías familiares disfrutando de días de asueto navegando en el mar cuando surgió la idea de crear la firma de papelería Octaevo, que mira al pasado con la nostalgia de recuperar aquel ritmo sosegado de tiempos pretéritos, mucho antes de la irrupción de la era tecnológica. La actitud es sin embargo optimista, pues impregna de un vibrante color agendas, cuadernos y otros objetos de papelería. Dado que el gris, el blanco y los colores metalizados se han impuesto en las carcasas de teléfonos, tabletas y ordenadores, la réplica no puede resultar más acertada.

Con córner en la librería Malpaso de la calle Diputació desde el pasado otoño y distribución en más de 30 países, el catálogo de Octaevo es una auténtica caja de sorpresas. Hay un marcador de páginas en forma de gafas de pasta negras, libretas Navigator exhibiendo en la tapa el refulgente azul klein y sobres escondiendo la profundidad del mar. Todo surge en un pequeño taller situado en el creativo barrio de Gracia, en Barcelona, donde la imaginación de Baer no se ha podido contener, expandiendo sus diseños a otros objetos como bolsas y cubiletes de cerámica (para guardar los lápices). Esta progresión "fuera del tiesto" se confirma con la nueva colección Craftsman, consistente en una serie de cuatro floreros troquelados que destilan ligereza y elegancia. Con cientos de pequeñas formas pre-cortadas, evocan frescura y se ajustan a la perfección a cualquier ambiente

Además de añadir nuevos diseños a la colección actual, Octaevo ha presentado una gama de floreros en pequeño formato que, como novedad, se presentan con un sobre y una tarjeta embellecida en oro, fusionando de nuevo el aspecto funcional de la pieza y la llamada a despertar la imaginación propio de la firma.