La principal ventaja de las puertas correderas es que te ayudan a aprovechar mejor el espacio. Otro aspecto interesante es que logran interiores muy versátiles, que funcionan conectados o de forma independiente, según tus necesidades de cada momento. Por último, tienen un encanto especial y destacan en los ambientes rústicos por su originalidad.
¿Cuáles son los principales sistemas para colgar las puertas correderas?
Herrajes vistos o guías encastradas en la pared: la elección depende del carácter que se le quiera dar a la puerta. La primera solución resulta desenfadada y es sencilla de colocar. En cambio, la segunda requiere realizar una pequeña obra y el aspecto final siempre será bastante más sofisticado.
Las puertas correderas se suspenden de rodamientos en vez de bisagras.
Esta discreta solución es ideal en interiores donde se persigue un aspecto elegante.
¿Qué tipos de puertas correderas existen?
A la hora de escoger el estilo de una puerta corredera debes valorar el ambiente donde la quieres instalar. Una puerta de diseño moderno es un buen contrapunto para un interior rústico, en el que proliferan elementos shabby chic o vintage. En estos espacios, otras alternativas son una hoja de tipo industrial, formada por perfiles metálicos y cristal, o una elegante puerta acristalada con marco de madera. En un interior moderno, en cambio, podemos buscar el contraste con otro tipo de puerta: una puerta entablada artesanal, una puerta plafonada con molduras o una puerta reciclada. También puedes decantarte por una de estilo contemporáneo que se integre en el ambiente.
Correderas vistas
Suspendidas de una guía. El único inconveniente es que impiden colocar muebles o usar las instalaciones de la pared.
Ocultas
Integradas en el tabique, resultan estéticas y funcionales. Liberan las paredes y, abiertas, ceden todo el protagonismo a los espacios comunicados. Si se utilizan estructuras como Orchidea, de Maydisa, se evita perder la superficie de un tabique doble.
Diseños semitransparentes
Con lamas, tamizan la luz y también ocultan parcialmente los espacios. Rimadesio ofrece muchas de estas soluciones con paneles deslizantes.
Transparente
Separan espacios, pero mantienen la continuidad visual. De cristal y aluminio, resultan ligeras.
Recuperar puertas antiguas
Las puertas recicladas, de anticuario o de derribo se adaptan fácilmente para convertirse en correderas. Basta con eliminar las bisagras y colocar nuevos herrajes para colgarlas. Se puede acentuar su aspecto antiguo con un decapado o darles una imagen original pintándolas de colores llamativos.