Aunque en principio parece únicamente destinado a profesionales freelance o a quienes teletrabajan, contar con un espacio de trabajo en casa tiene muchas ventajas. La primera de ellas es que puede diseñarse según el propio gusto y necesidades sacándole mucho partido. Bien sea para utilizar el ordenador, leer, escribir, practicar la afición preferida o algo tan rutinario como organizar la semana, debe ser un lugar que cumpla unos requisitos básicos.
Una buena iluminación, una mesa adecuada, un asiento cómodo y unas estanterías donde poder disponer del material que va a necesitarse son algunos de ellos. Si aún no se dispone de uno, a continuación mostramos cuáles son los pasos fundamentales para crearlo cuanto antes.