La nueva colección de Coordonné es una oda al campo mediterráneo

El papel pintado de pared es un recurso de interiorismo con gran impacto estético. Especialmente, cuando se apuesta por motivos poéticos, bucólicos, naturales o escapistas que ayudan a configurar una atmósfera acogedora fuertemente vinculada al universo pictórico más romántico. Eso es lo que acaba de hacer la editora catalana Coordonné con su nueva colección de papeles y tejidos. Se llama Olivar y es un cálido homenaje a uno de los árboles más emblemáticos de nuestro paisaje.

La nueva línea es un canto a la tierra de los colores desgastados por el sol que sumergen entre los campos de siembra, entre los que yerguen árboles tan vinculados al país como los olivos. En los papeles de pared y textiles para vestir el hogar hay aceitunas que lucen orgullosas entre las ramas y destacan entre afinadas hojas a la espera de la recolecta, pero también hay artesanía y bordados, retocados con esmero puntada a puntada, que transportan a la tierra de los antepasados. Con una estética sencilla, elegante y romántica propia de los países del sur de Europa, la colección refleja el estilo de vida de la región mediterránea a través de tonos claros, frescos y cálidos.

El color protagonista es el verde oliva, que gracias a su combinación de marrones y grises que matizan su intensidad y le aportan elegancia y sobriedad, es el tono que mejor se adapta a todos los estilos decorativos y el que mejor encaja tanto en ambientes urbanos como en los más rústicos. Es perfecto para transmitir calma y sosiego, por lo que encaja tanto en dormitorios como en salones en los que se busque un ambiente relajado en el que descansar.