Entre las marcas que lideran el mercado outdoor se extienden las colecciones de autor realizadas con materiales sostenibles y reciclados. Nos interesan los muebles que resisten las inclemencias del tiempo y que envejecen bien, porque solo así nos aseguramos de disfrutar de ellos durante muchos años, e incluso dejarlos en herencia a nuestros hijos, con la belleza de las imperfecciones que han ido acumulando. E iluminamos de forma indirecta, sin deslumbrar, resaltando los elementos naturales y creando atmósferas sutiles y delicadas.
La revolución del exterior
El universo outdoor tiene un papel protagonista en el diseño del siglo XXI. El proyecto de mesas, tumbonas o las lámparas para el jardín y la terraza alcanza las mismas cotas de exigencia que los muebles para el interior. Modelos flexibles que se adaptan a los diferentes estilos de vida al aire libre. Procesos manuales que derivan en productos originales, sin miedo a las imperfecciones. Materiales capaces de dialogar entre sí para dar lugar a combinaciones nuevas y personales, sin limitaciones de estilo. Y acabados perfectos para resistir los agentes atmosféricos y el paso del tiempo. Si a esto le añadimos la tecnología más innovadora, el resultado son piezas impecables.
Un diálogo fluido
Las nuevas propuestas promueven la interacción dinámica entre el paisaje y los interiores para que el resultado final destile coherencia. La oferta es más diversificada que nunca: mesas, sillas, bancos, tumbonas, sofás, lámparas y hasta el típico charpoy de la India dan lugar a ricas combinaciones para diferentes momentos del día. Líneas armoniosas y sinuosas componen siluetas contemporáneas que dan respuesta a las funciones clásicas. Ejemplares de autor desarrollados según los máximos criterios de calidad, con materiales ultrarresistentes, pensados para durar. Y en una gama de colores que va más allá de los tonos tierra: el rosa, el azul petróleo o el turquesa, sin renunciar al blanco, infalible en piezas como el sofá.