Los trabajos de la valenciana Eli Gutiérrez se apoyan en un lenguaje emocional y fresco. Tras haberse formado con figuras de la talla de Patricia Urquiola, Philippe Starck o India Mahdavi, en 2016 decidió fundar su propio estudio multidisciplinar en el que se dedica al diseño de productos, piezas de mobiliario y trabajos de interiorismo. Su delicada sensibilidad por el uso del color, los materiales y las texturas le ha llevado a trabajar con prestigiosas marcas como Black Tone de JMM, Cimenterie de La Tour, Missana, Mad Lab, NT Forest y Gancedo, con la que acaba de crear una colección textil.
Bajo el nombre de Nuance, la línea de tejidos sostenible es fruto de un largo proceso de trabajo entre la diseñadora y Emmeline Gancedo. La colección es una extensa serie de falsos lisos que enriquecen los icónicos estampados de la empresa barcelonesa, con creaciones confeccionadas a base de pequeños motivos que generan distintas texturas partiendo de líneas diagonales o rectas.
Lowland es una tela de tapicería arquitectónica, que fusiona patrones y texturas. Viene en 27 combinaciones de color para crear tonos neutros frescos e inesperados.
El juego óptico está asegurado en esta selección de textiles, en los que trama y urdimbre se entrelazan con una mano excepcional para dar lugar a un tejido que, según la perspectiva desde la que se enfoque, genera un patrón u otro. Los tejidos constituyen todo un alarde creativo, ya que con tan solo el uso de ocho tonos taslan y 11 de chenilla, la riqueza de combinaciones es tan extensa, que multiplica su aparentemente limitada gama cromática hasta el infinito al conseguir una innumerable variedad de tonalidades.
Nuance son tejidos ideados para el exterior, pero su morbidez y tacto se alejan de los tradicionales textiles outdoor más rígidos y ásperos. Son flexibles, suaves, agradables al tacto, con patrones y diseños elegantes y sofisticados, que sirven a su vez, para confecciones y tapizados de interior. Además, como no absorben el agua, están pensados para ser resistentes a las manchas, la suciedad y el moho.
Según la perspectiva desde la que se enfoque, el tejido genera un patrón u otro.
Para confeccionar esta colección fabricada en España, Eli Gutiérrez ha empleado hilos reciclables, lo que representa una apuesta por potenciar la sostenibilidad y mantener la máxima aspiración de Gancedo de minimizar la huella de carbono. Además de ser fácil de limpiar, esta línea rica de matices incorpora las últimas innovaciones tecnológicas y cumple con todos los estándares necesarios para ser textiles técnicos de alto rendimiento ya que ha superado todos los tests de ignifugado. Como aseguran desde la compañía barcelonesa, "la búsqueda constante de las últimas tendencias empleadas en el mundo textil han dado como resultado esta colección única que celebramos como el el tejido del futuro".