Floreros con forma de bolso de Vuitton o zapatos-pezuña de Margiela…

Licenciada en arquitectura paisajística por la Universidad Cornell, la neoyorquina Olivia Rose se está convirtiendo en la sensación del Nueva York más hipster, con sus ediciones limitadas de floreros con formas pop: balones de baloncesto Spalding, zapatillas de deporte Nike, botas de Maison Margiela (con su característica puntera con forma de pezuña) o el bolso Speedy de Louis Vuitton.

Hace dos años, cuando tenía 26 años, Olivia Rose (es su nombre compuesto: no desvela su apellido) abrió su floristería, Bodega Rose, en diversos espacios efímeros (pop up stores) de Manhattan. Para distinguirse de otras floristerías optó por colocar sus plantas y flores en floreros o pequeños maceteros con formas copiadas, a la manera más warholiana del arte pop, de la cultura de masas actual o del ámbito aspiracional del lujo.

«Estudié en la Universidad de Cornell y estudié arquitectura paisajística –explica–. Cuando empecé a trabajar para diferentes empresas no me gustó esa forma de hacerlo, dedicándote para ciertos tipos de clientes. Es muy elitista y cortado por el mismo patrón. Yo quería que las plantas fueran más accesibles para un gran grupo demográfico de personas que hasta ese momento no se habían interesado por las plantas. Y que entraran a formar parte de las costumbres del joven neoyorquino de hoy día».

«Las plantas no han formado parte realmente de la vida de este gran grupo de personas, que son muy diferentes de la generación anterior –añade–. Yo solo quería dirigirme a las cosas por las que sé que la cultura juvenil ya está interesada y luego incluir ahí las plantas. Ese es el primer nivel de conseguir interacción. Hacer que fuera simple y fácil de entender».

En agosto de 2018, el patio del PS1 del MoMA, en Queens, estaba cubierto con sus maceteros con balones de baloncesto durante los diez días de celebración de su festival de música electrónica Warm Up. Y en septiembre, los modelos de la ultramoderna marca Gypsy Sport desfilaron durante la Semana de la Moda de Nueva York bajo esos mismos maceteros. Rose se considera a sí misma como «una estrella del rock de las plantas: voy de gira con ellas…».

Olivia Rose dice que hay gente a la que le gustan las plantas por su belleza y otros que están interesados en los aspectos botánicos. Ninguno de esos motivos es por los que ella se siente fascinada. Ella está más interesada en cómo funcionan en entornos sociales o, como ella lo define, «a mí me entusiasma cómo ve la gente a las plantas y cómo las plantas hacen que se ve a la gente».

Su último lanzamiento ha sido una edición limitada de diez floreros inspirados en la versión de mediados de los noventa del célebre bolso Speedy que Louis Vuitton creó hace ya casi un siglo. Los diez floreros hechos con resina de jesmonita, que se vierte sobre el bolso para captar todos sus detalles, desde el monograma LV a las asas, los detalles de la cremallera y hasta las costuras, se vendían a trescientos dólares en la web de Bodega Rose hasta que se agotaron.