Mezclar estilos decorativos, y que quede bien, es más fácil de lo que puede parecer en un principio. Realmente, seguir a pies juntillas un estilo es más complicado pues todos tienen algo que en un momento dado puede resultarnos atractivo. El secreto para hacerlo con éxito es lograr tal equilibrio que los ojos perciban el conjunto como un todo.
Uno de los consejos más eficaces al respecto es establecer un hilo conductor que unifique los distintos estilos decorativos. Puede ser una temática determinada, una forma o un patrón que logre que toda la habitación se vea unida en vez de parecer dispersa. Por ejemplo, piezas de cerámica pero de estilos diferenciados o formas redondeadas que se van repitiendo en distintos elementos.
La madera combina con cualquier estilo decorativo, aportando calidez al moderno y diseño al rústico.
Foto: Eugeni Pons
Otra de las pautas a seguir sería centrarse en una paleta de colores, ya que demasiados pueden restar valor y hacer que cada pieza vaya por libre. La repetición de colores en distintos elementos logrará esa ansiada cohesión visual, aunque cada uno pertenezca a un estilo. Un salón escandinavo en blanco y madera admitirá una figura dorada de estilo oriental imprimiendo carisma y personalidad.
Si la habitación cuenta con un elemento a priori discordante, es preciso hacer del inconveniente una ventaja. En vez de ocultarlo y querer que pase desapercibido, lo interesante es utilizarlo como punto focal alrededor del cual se irá construyendo el resto de la habitación.
Los muebles clásicos actualizados siempre funcionan para combinar estilos decorativos.
Foto: Eugeni Pons
Cuando se tienen varios muebles de madera de distintos estilos funcionarán muy bien juntos si son de tonos o maderas similares. Un gran truco es aplicar un tinte a piezas pequeñas para equilibrarlas, aun siendo muy distintas. Por otro lado, es más fácil combinar estilos decorativos si la mayoría de muebles son clásicos actualizados.
Tendemos a pensar que las normas de decoración son estrictas pero no es así, ya que los estilos van evolucionando y adaptándose a los nuevos tiempos. Además, no todo lo establecido sirve para todos los espacios. La creatividad y respetar nuestros gustos personales harán que encontremos el punto medio para unificarlo todo.
Tapices bohemios y sillas de diseño combinan con revestimientos rústicos.
Foto: Eugeni Pons
Por último, la regla 80/20 va a resultar de gran utilidad al mezclar estilos. El 80% estará representado por el estilo predominante mientras que el 20% estará compuesto por otros. De esta manera, un salón de estilo nórdico admitirá tapices bohemios y esculturas orientales, mientras que un dormitorio moderno agradecerá toques rústicos como vigas a la vista o una chimenea tradicional sin perder su esencia.